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El Arsenal recupera a un Cesc pletórico

El español lidera a los 'gunners' en la victoria ante el Chelsea

ÁNGEL LUIS MENÉNDEZ

La enorme pancarta que preside una de las tribunas del estadio Emirates lo dice todo. Una cara de Cesc y dos palabras en letras enormes y en castellano: 'El capitán'. Portando el brazalete, el centrocampista español regresó al once titular del Arsenal tras un largo mes de lesiones musculares y dirigió al ejército gunner hacia un merecido y brillante triunfo ante el Chelsea (3-1). El derbi entre los dos equipos más poderosos de Londres sostiene a los rojos en la pugna por el título liguero y deja muy tocado a Ancelotti, entrenador de los azules.

Fábregas no tardó en tirar de escuadra para trazar un par de diagonales y el rocoso Chelsea chirrió. Acompañado por dos virtuosos, Nasri y Van Persie, y un turbo, Walcott, el catalán interpretó una vez más el fútbol vistoso que pregona Wenger, su técnico, y que con tanto deleite degustan los orgullosos aficionados del Arsenal.

Cesc y sus compañeros anuncian para febrero un espectacular duelo sinfónico a dos manos con el Barça, su rival en octavos de final de la Liga de Campeones. Sobran artistas en ambos bandos.

El barcelonés participó de forma activa en los tres goles de su equipo

La propuesta del Arsenal no engaña. Ni disimula. Tiene muchas similitudes con el afamado toque azulgrana, aliñado con toques propios del fútbol inglés. La fusión se personaliza en la botas de Cesc cuando, en noches como esta, saca la batuta y reparte magia y fuego a la vez.

El barcelonés participó de forma activa en los tres goles de su equipo. Y en cada uno exhibió un repertorio diferente. En el primero, mientras le hacían penalti, alcanzó a tocar el balón con la puntera para el disparo letal de Song. En el segundo supo ver el error de Essien en el centro del campo y corrió hacia el área de Cech. Allí, solo y sin portero, esperó el pase letal de Van Persie para golpear la pelota con la derecha y marcar. En el tercero acarició el cuero hasta elevarlo sutilmente en dirección a Walcott, que cruzó mediante un disparo seco e imparable.

A partir de ahí, ni siquiera el gol de Ivanovic hizo temblar al Arsenal. Algún susto y poco más. Fábregas marcó los tiempos. Escondió el balón, regateó sin inmutarse peligrosas patadas tobilleras y llevó a la grada del Emirates al éxtasis.

Por la mañana, en los diarios londinenses, unas declaraciones de Wenger parecieron premonitorias. 'Cesc está en forma ahora porque ha tenido dos semanas más de lo normal para prepararse', desveló el técnico. 'Su problema era que cuando superaba la lesión, esta continuaba en su mente, así que hay que sacar las lesiones de su cabeza. Esto se consigue entrenando cada día. Creo que ahora esta psicológicamente preparado', añadió.

El entrenador francés también resaltó el espíritu de superación del centrocampista español reconociendo que es 'muy duro' salir adelante cuando tienes tantas lesiones (ocho en los últimos doce meses). Hoy volvió a ser titular y, una vez más, dio la razón al técnico que tanto apostó por él.

En el minuto 88, Wenger regaló a Fábregas la ovación de su público. Lo cambió, le estrechó efusivamente la mano y le dejó descansar. El capitán ha vuelto.

 

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