Este artículo se publicó hace 16 años.
En casa de los Martínez
Pablo, columnista de 'Público', y Gonzalo, base de Estudiantes, analizan el estado del equipo que ambos han dirigido
Presente y pasado de Estudiantes, herederos del talento de un icono estudiantil, Juan Antonio Martínez Arroyo, Gonzalo y Pablo Martínez conversan acerca de un club que ha salvado la categoría gracias a actuaciones cargadas de épica, como la de Gonzalo ante el ViveMenorca, y obligado a redefinirse para sobrevivir en la ACB.
Gonzalo: Sucede, Pablo, que en Estudiantes, ha habido, estos últimos años y meses, mucho menos norte y criterio claro, que no compromiso porque creo que la gente estaba por la labor. Todo estaba sujeto a la improvisación. Se han tomado decisiones sobre la marcha, sin una reflexión detrás, y eso es malo y no da resultados. En un partido, juega el azar, pero en una liga, no. La competición te pone en tu lugar.
Pablo: Hay entidades que han durado tanto en el tiempo que tienen una base genética. Cada vez que Estudiantes se ha acercado más a sus esencias, a un juego distendido y alegre, el equipo ha funcionado. Cuando se aleja, como en los últimos años, y sólo se lucha por ser presidente e imponer una idea sobre las demás, peleándose con los de al lado, eso acaba afectando a todos los estamentos. Un equipo de un colegio, si quiere ser un equipo profesional como los demás, quizá tiene que olvidarse de toda esta historia y ponerse a competir, con un mecenas detrás. Hay que definir un modelo compartido por todos, sin zozobras internas.
Gonzalo: Sí, Pablo, pero habría que aclarar el porqué de ese proceso de desintegración, porque a veces se de-
senfoca. El apoderarse de una historia de 70 años para hacer una especie de Rh estudiantil, y mira que yo lo tendría, me parece un error. Hay que adaptarse a los nuevos tiempos. Y puedes hacerlo dejándote llevar por la corriente, sin tener un criterio de funcionamiento muy claro, o hacerlo con unas bases que son las que te han dado éxito durante muchos años. Y eso es muy complicado.
Pablo: Explícalo para que se entienda a qué te refieres.
Gonzalo: A que el modelo de jugador de cantera, del Ramiro, con dos americanos muy buenos y jugadores que permanecen mucho tiempo en el equipo, es ahora inviable. Con los comunitarios, el jugador español del Ramiro lo tiene mucho más complicado que lo tuvimos nosotros y que nunca. Eso significa que puedes asimilar a Cayo Torres, un brasileño de 19 años, y hacerlo tuyo. Pero lo que se ha dejado de lado y daba resultado es la otra parte: durante muchos años, he visto como grandes jugadores se quedaban en Estudiantes perdiendo dinero porque les ofrecía cosas por encima de otros clubs. Y eran cosas lejos del romanticismo, del equipo de patio de colegio, que es algo muy fácil. Lo difícil y lo que tenía gracia era ser un equipo de patio de colegio jugando las semifinales. Ser un equipo de patio de colegio jugando el descenso es muy fácil.
Pablo: Es que, en España, se asume como normal que en un entorno competitivo unos equipos tengan ventaja sobre otros. Y Estudiantes debería estar en la lucha para que el entorno en el que se maneja sea lo más justo posible y todos tengan y puedan competir con las mismas armas. Hay que plantearse por qué Estudiantes tiene que ser semifinalista y no aspirar a ser campeón. Falta nivel a ese discurso.
Gonzalo: Es que los resultados tienen mucha importancia. ¿Por qué Estudiantes rendía antes por encima de su presupuesto? Porque se quedaban jugadores perdiendo dinero a cambio de jugar semifinales y porque creían que en Estudiantes había una estabilidad y un reconocimiento de ese esfuerzo que hacías como jugador, que yo no sé si existe ahora. Explicarle a un extranjero o a un comunitario eso es más complicado que a uno de la cantera. Se dice que no pasa nada por pasar unos años ahí abajo, sin conseguir nada, pero es un discurso que nadie se cree. Si lo haces siendo consecuente y manteniendo a gente joven, al final quizá obtengas resultados. Pero se hace de cara a la galería y, al primer bandazo o contratiempo, todos se ponen nerviosos y piensan en cambiarlo de pe a pa. Hay que definirse otra vez y ser consecuente. No puedes decir que eres de patio de colegio y cambiar a siete jugadores de repente y poner a un entrenador que es la antítesis del anterior. No es que haya que volver 30 años atrás; o sí, pero siendo consecuente. Ahora son palabras que quedan bien, pero no refrendadas por los hechos. Al jugador no se le trata como antes. Hay poco consistencia y autenticidad detrás de esto.
Pablo: Es un secuestro. Los equipos los hacen las personas. El problema es utilizar la historia de una empresa de éxito, como Estudiantes, que lo es porque la gente que ha participado entendía que había que competir para ganar. Cada vez que salías a jugar era para competir. Hay que definir la manera de hacerlo. Nadie se ha creído que Estudiantes no jugaba para ganar. Hay que respetar la historia de los jugadores que hemos hecho Estudiantes. Yo no he salido nunca a la cancha para perder. Queríamos ganar siempre. Otra cosa es que se pudiese. Que no se juegue con eso para tratar de dominar esta situación.
Gonzalo: Además, como no tienes dinero, tienes que aplicar más horas. Estudiantes no puede ser un entretenimiento para quien lo dirige. Tienes que afinar, ser más profesional, trabajar más, ser más metódico que nadie porque estás en inferioridad económica. Si de verdad eres de patio de colegio, te vas a la LEB. Y, si esto es como un juguete, mal vamos.
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