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El cisma que levantó la tierra azul

Las rebelión de los jugadores, encabezados por Nadal y Djokovic, ante la superficie del Masters de Madrid contrasta con la defensa a ultranza de sus organizadores

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La innovación de la pista azul introducida este año en el Masters 1000 de Madrid sigue levantando una polverada que amenaza con terminar en una ruptura definitiva entre jugadores de la talla de Rafa Nadal y Novak Djokovic y la propia organización del torneo.

Las quejas de las mejores raquetas de la ATP sobre la dificultad de la práctica del tenis sobre la inédita superficie volvieron a tener ayer un nuevo episodio. Nadal, tras perder contra Fernando Verdasco, amenazó con no volver a jugar en Madrid el año que viene si no mejoraba la tierra azul.

'He llegado antes que a ningún torneo. No he sido lo suficientemente bueno para adaptarme a las circunstancias. Es un juego distinto al que venimos haciendo. No pienso asumir riesgos. Me voy con la cadera cansada. Muy a mi pesar hay dos opciones: o se cambia o no vengo. No es una rabieta. Es una desgracia para mí. Me voy a Roma con una desconfianza que no debo después de haber trabajado por lo contrario', dijo Nadal tras su derrota.

'La ATP y el torneo pueden hacer lo que quieran y trato de hacerlo lo mejor posible, de prepararme. Hice lo que pude para hacer frente al torneo y no he sido lo suficientemente bueno para adaptarme al torneo. Si las cosas siguen así será un torneo menos en mi calendario, lo siento mucho', indicó Nadal con claridad.

También hizo suyo el lamento de su pupilo, Toni Nadal, que se quejó de que 'la ATP dé permiso a este torneo', ya que 'es una barbaridad'. Toni también reiteró que pidió a Rafa no acudir a la cita madrileña: 'Yo le dije en repetidas ocasiones que no viniera. Para Rafael una de las máximas ilusiones del año es jugar en Madrid, y resulta que este torneo nos perjudica a los jugadores españoles que somos más jugadores de tierra'. 'Y dices, hombre, yo quiero jugar en Madrid pero no a costa de mi salud ni a costa de perder mi sensación de juego', agregó.

En cuanto al color de la pista, Toni agregó que 'ya no es sólo que se permite a Madrid cambiar de superficie, era en pista rápida y ha cambiado a tierra, sino que ahora se le permite poner una pista azul, que evidentemente, cuando tu pintas algo, algo de plástico lleva. Eso hace que el bote sea diferente y que tú no te puedas agarrar correctamente a la pista'.

Por su parte, Novak Djokovic, que ya había criticado duramente la pista azul tras su debut en el torneo, ayer reiteró su apoyo a Nadal en este aspecto.  'No quiero entrar en detalles, el color o si afectan los movimientos por el material o el color. He visto los papeles del proceso de hacer la pista y aseguran que la pista es exactamente igual que una roja y eso no es cierto. Te resbalas todo el rato', aseguró.

Sin embargo, todas estas protestas de los jugadores no van a hacer cambiar la idea de los organizadores del torneo. El propio promotor y propietario del Masters, el rumano Ion Tiriac, ha hecho una acérrima defensa del torneo y sus novedades pese a la posibilidad de perder a las principales raquetas del circuito en próximos años: 'Si no vienen Nadal y Djokovic lo lamentaremos. Será algo triste. Pero espero que sean profesionales'.

Tiriac ha pedido paciencia porque 'verdad que resbala. Pero la tierra no estará así el próximo año'.  Pero también ha subrayado la necesidad de progresar en el mundo del tenis, que necesita adaptarse a los nuevos tiempos y a las necesidades del espectáculo, la televisión y los espectadores. 

El rumano ha reconocido que la organización ha 'pretendido mitigar los malos botes en la superficie, como ocurrió en la final entre Nadal y Roger Federer hace dos años', dijo. 'Por eso se ha instalado la tierra sobre una base lo más dura posible'.  Además, también confiesa que 'el contraste entre la pista azul y la bola amarilla no es el mejor', por lo que para un futuro se plantea instaurar bolas fosforescentes.

Sin embargo, la pelota de los problemas principales de la pista sigue estando en el tejado de Manolo Santana, director del torneo. El extenista reconoce que sigue supervisando los trabajos nocturnos para mejorar la adherencia y se ha disculpado con los tenistas por los resbalones.

 

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