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"Si se cree que otro ganaría un título aquí, le dejo mi puesto"

En su quinta temporada en el Villarreal mantiene su idea de juego vistoso, pese a que el título que le demandan se vuelve a alejar

LADISLADO JAVIER MOÑINO

Por fútbol, por la sensación permanente de crecimiento que transmite el club, el Villarreal está en ese escalón del que en septiembre parten los aspirantes a ganar un título. Sin embargo, cada temporada sufre un bache de resultados que le distancia de la gloria. Cerró 2008 eliminado de la Copa por el Poli Ejido y con dos derrotas consecutivas en Liga [Sevilla y Barcelona]. En 2009 ha ganado ocho puntos, sobre 18 posibles. Los últimos tres, ante el Numancia en Villarreal, sufrió mucho para conseguirlos.

El Valencia-Villareal fue uno de los mejores partidos de esta Liga. ¿Qué sensación le dejó?

De satisfacción, igual que el del Barcelona. Te cabreas por haber errado tres mano a mano con Valdés, como quedas molesto porque nos hayan hecho dos goles a balón parado contra el Valencia. Sin embargo, hay un concepto global del juego que me deja muy satisfecho.

¿Qué piensa cuando ve a su equipo jugar tan bien?

Disfruto y mucho, porque a mí me molesta cuando jugamos mal, aunque han sido pocas las veces que este equipo ha jugado mal. Tenemos el concepto del juego adquirido en el sentido de ir a buscar el campo contrario, de tratar de ser constructivos y no destructivos. En Mestalla, por ejemplo, hubiera sido injusto que uno de los dos equipos no hubiera puntuado. Aunque quedo más contento jugando menos bien, pero ganando.

Es una respuesta contraria a su discurso.

Hay una equivocación de concepto, no hay que ser resultadistas para ganar más. Todo el mundo lo sería si fuera así. Digo que a través del juego, se gana mucho más. Prefiero no ganar de determinadas maneras, pero hay partidos en los que hay que reventarla para arriba. Con el Sporting, nos metieron en nuestro arco, no dábamos tres pases seguidos y ganamos 1-0 y nos quedamos tan felices porque hay que saber ganar de otra manera. Es distinto cuando uno sale a jugar de esa manera desde el principio, hace un gol y ya se dedica a pegar todo el partido, a meterse atrás y a tirarse al piso. De eso es de lo que yo discrepo.

En Mestalla se vieron las dos caras de su equipo: buen juego, pero poco competitivo y con falta de tensión atrás.

Es difícil sacar ese tipo de conclusiones. Me niego al desglose en ataque y en defensa; es un todo. Me encanta la exigencia de este equipo, que se hable de crisis porque perdemos de visitantes con el Madrid. Eso quiere decir que estamos entre los grandes, aunque haya una diferencia presupuestaria, mediática y bastante amplia aún.

Le exigen el salto de calidad que lleva a los títulos.

Soy el primero que me exijo. Hemos acortado las distancias en la cancha, el equipo juega a al nivel de los grandes a pesar de tener mucho menor capacidad en muchos aspectos y eso me pone muy contento.

Sin embargo, no consiguen una regularidad, siempre hay un tramo del campeonato en el que se caen.

Es difícil hacer un diagnóstico, un año jugamos horriblemente mal con momentos individuales muy bajos. El año pasado tuvimos un bajón, no jugando mal, pero no sacábamos resultados en casa. Al final sacamos 77 puntos, una cifra para salir campeones. Para este equipo no hay que perder la realidad, estar entre los seis primeros es una muy buena temporada. Estar exigiendo el título con las diferencias que hay me parece el mejor camino de buscar la frustración. Lo que no quiere decir que estamos anhelando lograr un título jugando bien.

¿Le molesta que se califique a su equipo de blando?

No sé quién lo califica así.

Tiene el cartel de ser un equipo que juega muy bien, pero que en momentos importantes falla.

La segunda vuelta de la temporada pasada sacamos 42 puntos, lo que pasó es que el Madrid nunca se cayó.

¿Deberían dar más patadas? Uy, si fuera por patadas, sería muy fácil jugar al fútbol. De todo lo que se llama Villarreal, no cambiaría nada.

¿Ni siquiera por un título?

No, porque si en algún gol hubiera sido porque no hemos dado una patada... Cuando la tenemos que dar, hay que darla. Nos pudimos equivocar contra el Atlético, que se fue uno y hay que hacer una falta y no la hicimos. El mejor equipo de la Liga es el Barcelona y no veo que dé patadas. Intenta jugar cada vez más la pelota y se deja que le peguen, porque los rivales se van cargando de amarillas, expulsiones. Es imposible golpear y jugar a la vez. Pero en el fútbol hay democracia.

¿Hay desgaste para usted si no hay títulos?

Ese es el mejor camino a la frustración, le repito. Y se lo dice una persona que ha salido campeón en todas las instituciones en las que he estado. Me encantaría, pero cuando veo el presupuesto del Madrid, 380 millones, Barcelona, 290, y esos dos juegan la Liga Seguimos con Valencia 180, Atlético, 180 Todos tiene un espectro distinto al nuestro para reforzarse. Ojalá consigamos un título por el camino en el que estamos, tratando de hacer base sólida y que la institución siga creciendo independientemente de que ganemos un título. Pero si hay una persona que cree que tiene que venir otro para ganar un título, yo le dejo mi puesto. No hay ningún problema.

¿Le cuesta dar con un once?

No, al revés, lo tenemos demasiado estable, jugando más de lo que a mí me gusta. En ese aspecto las secuelas de la Copa fueron graves, porque no se puede perder de esa manera con un equipo competitivo como el que presentamos. Y eso mismo, a uno como técnico, le va frenando en las rotaciones.

¿Esperaba más de sus suplentes?

Yo espero siempre lo máximo de los 23 jugadores, que rindan lo que uno sabe que son capaces de rendir. Entonces es muy difícil saber quién es suplente y quién titular. Es una exigencia mía hacia el jugador. Yo sé que a todos les afectó lo de la Copa. No me pareció correcto que se etiquetaran a estos como muy malos, porque contra el Valladolid perdimos 3-0 y eran otros.

La decisión de que los mismos que perdieron 5-0 con el Poli Ejido jugaran la vuelta fue muy futbolera.

Los que jugamos alguna vez sabemos que el fútbol siempre ofrece revancha. A ese partido no entramos con el carácter necesario, incluido el técnico, que es el que tiene que transmitir la competitividad.

El bajón de esta temporada coincidió con la lesión de Llorente.

A mí no me nace de dentro decir que perdimos porque faltaba un jugador. Los planteles se construyen para cuando suceden este tipo de cosas.

¿Cómo vio al Barça?

Si se revisan los puntos del Barça, los únicos inmerecidos que se llevó fueron los que ganó contra nosotros. Les superamos, pero tengo una profunda admiración al concepto del club como estilo que tienen. Poseen un gran nivel de fútbol, con rendimientos individuales espectaculares.

¿Qué le sugiere la figura de Guardiola?

Está empezando, no hay que sobredimensionar a los técnicos. Creo que está empezando y se tiene que encontrar con traspiés, pero tiene todo para ser un gran técnico.

Los equipos simplifican el juego presionando arriba. Nadie quiere riesgos, ni elaborar.

Es distinto presionar arriba y elaborar poco. Contra más lejos presionemos, mejor. Una vez que se recupera hay que elaborar y no volver a perder la pelota para trabajar otra vez en la recuperación. Es la pelota la que tiene que correr mucho y los jugadores saber correr. La mejor manera es jugar corto e intenso en el sector donde está el balón.

Pero esa presión deriva en pelotazos porque nadie deja salir jugando...

Eso lo que hace es que los equipos que quieran jugar desde atrás tengan que mejorar el toque, que es lo que hacemos nosotros en los entrenamientos. Porque por más que presionen, la pelota no se va a cansar. No hay ninguna táctica que supere el rendimiento individual del jugador. Si no, el fútbol sería sólo táctica, ajedrez. Lo que mata el espectáculo son 10 jugadores metidos atrás y que arriba se las arregle uno solo con los pelotazos que le meten. Luego ganan 1-0 y los resultadistas lo aplauden. Eso lo mata.

Pero la táctica ha evolucionado tanto que degenera en el miedo a arriesgar.

Estoy de acuerdo, el miedo táctico ha derivado en eso. Pero veo que el fútbol inglés, que es el emblema del pelotazo, está cambiando.

El Madrid también prescinde de la elaboración para salir rápido por banda

¿Le costó contrarrestarlo?

Al Madrid siempre es difícil contrarrestarle porque tiene grandes jugadores. Tuvimos media hora en la que estuvimos muy mal con el balón y los otros 60 minutos parecía que los que jugábamos de local éramos nosotros.

¿Qué piensa de los entrenadores que se entregan a lo que dicta un programa de ordenador que destripa el fútbol en coordenadas, distancias y metros recorridos?

Lo conozco y lo utilizo. Cuanto más información tengamos, mejor. Pero si creemos que el partido lo vamos a ganar por lo que dice el ordenador, estamos listos. Todo el periodismo y los técnicos que le dan tanta importancia al ordenador cuando ganan, ¿por qué no se la dan cuando pierden?

Hay algunos que dictan las posiciones con ese programa.

Hay democracia, ya le he dicho.

En medio de la modernidad que venera la táctica, Cristiano Ronaldo, un regateador, ha sido elegido mejor jugador del mundo.

Es un gran jugador y lo que hizo le avala. La individualidad elimina cualquier táctica y tiene que tener la libertad para desarrollar su fútbol.

Sobre Xavi se cimenta un estilo y Messi lo culmina.

No entiendo un equipo que se piense sin uno de los dos.

Es el entrenador que más tiempo lleva en Primera en un mismo equipo ¿Qué ha visto evolucionar en el fútbol español?

La selección española ha sido un ejemplo de cambiar el fútbol físico por el técnico y dinámico. La improvisación será siempre la parte protagonista y la que decide los partidos.

Por lo que usted conoce al jugador español ¿ese es su estilo intrínseco, incluso el de sus aficionados?

Estilos hay muchos. En la medida en que se trabaje cada vez más en las divisiones inferiores con la pelota creo que el futbol siempre irá en mejoría en España, Italia, Argentina o Chile. Hay que trabar en cada posición físicamente con el jugador, pero siempre con la pelota por medio.

Con el trabajo tan bueno que hace el Villarreal, ¿cree que puede tener más jugadores de cantera en el primer equipo?

No, porque los clubes son formativos o son competitivos. Se puede tener una cantera importante de tal manera que aparezca Cazorla, que vale 25 millones y te puede financiar la cantera para toda la vida. Lo importante es que si tienes que salir a buscar un medio defensivo aparezca Bruno y te evita la compra. Si uno cree que en un mismo año se puede reformar el plantel con ocho jugadores de la cantera no tiene capacidad para ser competitivo. Uno o dos por año está bien. No pretendemos sacar más jugadores por año. Para que el Villarreal sea competitivo no podemos permitirnos errores, porque hay cinco o seis instituciones más fuertes que nosotros y no podemos hacerles frente con un exceso de jugadores jóvenes que cometen errores. No creo que sea la mejor manera de trabajar, con uno por año está bien. En 10 años puede haber cinco o seis canteranos, pero no esperar que en una temporada, de repente, suban nueve.

¿Ve más futbolista a Cazorla desde la Eurocopa de Austria y Suiza?

Ha tenido una evolución perfecta. Cuando le vi por primera vez en el Tercera le subí y el demostró su capacidad, igual que Font. En el segundo año relegaron a Valencia, que era un fichaje. Posteriormente vino un año de relajación y se llevaron un revolcón con la cesión. Creían que habían cumplido llegando a Primera. Santi lo entendió y creció en el Recre. Vino una tercera etapa, la temporada pasada, en la fue a la Eurocopa y no le vino grande. Marcó un penalti ante Italia Es el mejor centrocampista de banda derecha de la Liga.

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