España volvió a la senda de la victoria al ganar a Argentina por 0-3, en un partido en el que se notó la falta de confianza de los jugadores y en el que el miedo a fallar estuvo presente en muchos momentos. Fue un partido de perfil bajo por parte de los dos equipos, en el que la calidad del juego no fue especialmente alta. España necesitaba de los efectos balsámicos de la victoria y la buscó más por la vía de la ausencia de errores que por la de la confianza en sus propias fuerzas.

Aunque el equipo nacional dominó el marcador desde casi el comienzo del partido, no acabó de asentarse en la pista hasta el final del encuentro. Se mejoró en el saque, buscando asegurarlos, y poco a poco el equipo fue encontrándose mejor.
El primer punto de set fue fundamental en este sentido, porque la selección necesitaba sentirse otra vez ganadora para poder crecer en su juego y dejar atrás un lastre que amenazaba con arrastrarla hasta lo más profundo de la clasificación.

Los jugadores fueron creciendo con el partido y dos grandes saques de Guillermo Falasca en el inicio del segundo set fueron los causantes de las nuevas ventajas. Pero además Kike De la Fuente dio seguridad atrás, lo mismo que Alexis Valido, que levantó algunas bolas difíciles, y todo eso fue ayudando al grupo. Israel Rodríguez también consiguió remates y bloqueos de mérito, hasta que una tarjeta amarilla a Argentina, en las postrimerías de la segunda manga, nos facilitó el segundo punto.

Con el 2-0 en el marcador, España se serenó y el juego comenzó a ser más fluido, elevando el nivel de voleibol. Argentina, por el contrario, arrojó la toalla. Contra Puerto Rico resucitó tras perder las dos primeras mangas, pero España no le dio la menor opción.

Algunas buenas acciones permitieron a la selección adelantarse con claridad, 12-16, y de ahí hasta el final, los jugadores de Marcelo Méndez supieron solventar la papeleta y reencontrarse con la victoria. Ahora, con el equipo de nuevo en la senda de la victoria y un calendario por delante, y hasta el final, bastante más asequible, es el momento de luchar por una buena clasificación, a la que todavía hay acceso.