El tenista español David Ferrer ya se encuentra en cuartos de final de Wimbledon, tercer Grand Slam de la temporada, tras exhibir de nuevo su capacidad de sufrimiento, en esta ocasión ante el bosnio Ivan Dodig, que se apuntó el primer set ante de someterse a la autoridad de su rival (6-7, 7-6, 6-1, 6-1).

En un duelo con dos mitades muy diferenciadas, la primera equilibrada y la segunda de claro dominio del alicantino, se preveían dificultades para Ferrer, que había tenido que infiltrarse el tobillo izquierdo en su maratón de cinco sets ante Dolgopolov, justo anterior al duelo contra el 49 del ranking mundial.

Como desventaja añadida, el bosnio venía de jugador dos horas y media menos sobre la hierba londinense, ayudado por las retiradas de Philipp Kohlschreiber e Igor Sijsling en sus duelo anteriores. Sin embargo, el alicantino no se resintió de sus molestias e igualó su mejor resultado en Wimbledon, los cuartos de final donde se medirá con Juan Martín del Potro o Andrea Seppi.

Pese a que no cedió ni un servicio en todo el partido (levantó las seis bolas de break en contra), Ferrer empezó perdiendo el primer set, superado por la potencia de saque de su rival en el tiebreak. Dodig, que acumuló 14 aces en el partido, se puso con ventaja de 6-2 en el desempate y no desaprovechó la oportunidad.

Nada cambió en la segunda mitad, con ambos contendientes conservando su saque hasta el desempate. El balcánico volvió a situarse con ventaja (1-3), pero esta vez Ferrer reaccionó para igualar el partido, mostrándose seguro ante las acometidas de su rival en la red.

A partir de ese momento, el crecimiento de Ferrer fue parejo al derrumbe de Dodig, que apenas aguantó una hora más de partido sobre la pista central del All England Tennis Club. El tenista de Jávea mostró el nivel que le llevará al número tres mundial cuando finalice el torneo y pasó el rodillo sin compasión para sellar su clasificación.