En L’Hospitalet Nord se habían acostumbrado a su presencia. A verlo llegar con sus bártulos, siempre impecable, siempre preparado, siempre puntual.  A que se entrenase con el grupo, pese a que no era uno más. Porque no podía jugar. O mejor dicho, no quería jugar. Rodrigo de la Fuente se ejercitaba con L’Hospitalet, de la liga LEB, pero aguardaba algo mejor.  Lo ha encontrado.  

El alero madrileño ha llegado a un acuerdo con el Benetton y, a sus 30 años, abandona la lista del paro en la que se encontraba desde el pasado junio e inicia una nueva aventura baloncestística lejos de Barcelona. Atrás quedan diez años de andadura azulgrana, una profesionalidad intachable, una capitanía ejercida de modo ejemplar. Y también un pequeño periplo que lo mantuvo en vilo hasta ayer. Porque el día en que Zoran Savic, secretario técnico del Barça, decidió prescindir de De la Fuente, el ex capitán azulgrana perdió el norte, se desorientó.

Con su currículum cargado de títulos (cuatro ligas ACB, una Euroliga, tres Copas del Rey, una Korac),  intentó abrirse nuevos caminos. Sondeó el mercado europeo, recibió una interesante oferta del Pamesa, pero, con el convencimiento  de encontrar algo aún mejor, la desestimó. Y ahí comenzó su agonía.

Verano raro

Surgieron nombres de algunos equipos interesados, se habló de una posible marcha a la liga rusa, luego apareció la posibilidad de Italia, pero nada se concretó. Con el curso a punto de comenzar, el DKV Joventut le hizo una oferta a la baja. También la rechazó. ¿Exceso de confianza, imprudencia? “No es me haya confiado, sino que esperaba una cosa determinada, después, por circunstancias, no se dio y entramos en esta dinámica”, cuenta De la Fuente, tras confesar que él fue el primer  “sorprendido” por su situación.  “Ha sido un verano raro. Muchos ex compañeros aún no se explican cómo ha podido ser así”, añade.

Primer contacto con Italia

Su verano raro le llevó hasta Italia, donde hizo la pretemporada con el Benetton, y luego le devolvió a Barcelona, al CB L’Hospitalet. El club dirigido por Josep Mª Izquierdo, donde tiene viejos conocidos, le ofreció la posibilidad de entrenarse con ellos. Desde entonces, De la Fuente ha sido como uno más del equipo. “La única diferencia es que no competía el fin de semana  y eso es lo que más he echado de menos”, apunta.
“Físicamente, Rodrigo está muy bien. Es un jugador que lleva mucho trabajo encima. Siempre ha sido un ejemplo de profesionalidad”, señala Miguel Clemente, ex preparador físico del Barça y ahora de L’Hospitalet. “Ahora sólo le faltará ritmo de juego”, añade Clemente que, junto a Alberto Castillo y Joaquin Juan (preparador también de Gasol), ha dirigido la puesta a punto de De la Fuente.  

Tras cuatro meses de angustias, incertidumbres y enseñanzas a los más jóvenes -“algunos me pedían consejo”-,  el alero madrileño regresará a las canchas vistiendo la camiseta de uno de los históricos del baloncesto, ahora en horas bajas. “Estoy  esperanzado porque tenía muchas ganas de jugar”, concluye el jugador.