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Gasol es otra dimensión

La llegada de Pau a la concentración de la selección se convierte en un conciertazo mediático. El catalán acapara la atención de todos los medios

ALBERTO CABELLO

La selección española de baloncesto, los participantes en el Mundial de balonmano playa, que se celebra en Cádiz y las rebajas convierten al complejo de Bahía Sur en San Fernando en uno de los sitios de moda del inicio del verano. Un paseo en busca de un bañador a precio de ganga, puede traer de regalo un 2x1: toparse con uno de los chicos de oro a la caza de un helado o una compra de urgencia.

Ayer, la expectación se multiplicó por tres o cuatro. Pau Gasol se incorporó al retiro veraniego de la roja en su refugio talismán. Un semicírculo de cámaras de televisión grabó sus ejercicios en el gimnasio junto a Pepiño Casal. Fuera del recinto, una muchedumbre contempla extasiado el entrenamiento. Su llegada centró ayer todo el interés. Sin que casi nadie reparase en ellos, sus compañeros leían la prensa con las piernas metidas en agua con hielo, mientras la masa mediática aguardaba la llegada del catalán. Garbajosa intentaba confirmar que Bob Dylan actuaba esa misma tarde en Jerez. “¿A qué hora?, pregunta. “A las nueve y media”, le responden. La expresión que soltó a continuación denotó que no podría acudir al recital de la leyenda del folk.

El bullicio fue mucho mayor alrededor de la gran estrella de la selección. Una buena ristra de micrófonos le esperaba para conocer sus primeras impresiones. “El recibimiento muy bien, como siempre. El ambiente de este grupo es muy bueno. Tenemos un equipazo y un gran nivel. Me apetecía estar con ellos para comenzar los entrenamientos”, aseguró el jugador de los Lakers. Aíto cuenta con el capitán del equipo, pero no ha tenido más remedio que dejar marchar a Marc Gasol y Calderón a Estados Unidos.

Todavía colea esa final de la NBA ante los Celtics. Pau guarda buen recuerdo de su primera experiencia en play off con Los Ángeles, pero espera tener pronto la oportunidad de volver a luchar por el anillo. “A nadie le gusta perder, y a mí, menos. Disfruté mucho a la vez que sufrí. El equipo dejó escapar una oportunidad, pero espero tener más suerte en la próxima ocasión”, comenta.

Es hora de pasar la página y pensar en los Juegos. Gasol se quedó fuera de la lista en Sidney y en Atenas no pudo lograr el triunfo en el cuarto de final ante Estados Unidos. “No sé cómo estaré dentro de cuatro años. Así que esta cita es muy importante para mí. Tengo mucha ilusión por conseguir una medalla, me tomo muy en serio esta competición”, confesó el jugador de la NBA.

El gran referente de este equipo valoró las opciones de medalla del grupo que liderará en Pekín. “Siempre hay que tener prudencia, pero la ambición es muy importante. Tenemos un equipo para luchar por lo máximo. Ahora es el momento de prepararse bien y luego ir a China sin miedo a nadie”, asegura.

La rueda de prensa se prolonga. Roberto Hernández, jefe de prensa de la Federación, intenta filtrar las numerosas peticiones para preguntar a Pau. La hora de la comida se venía encima y todavía quedaban los estiramientos. Tocó el momento de valorar al gran rival en la lucha por el oro, Estados Unidos. “No creo que estén obsesionados con nosotros. Tienen una mentalidad de dominio. Se dan cuenta de que después de tantos años de no estar arriba tienen que tener un respeto por el resto de rivales y se toman muy en serio la cita”, advierte Gasol.

Nadal. Sí, también hubo preguntas sobre la victoria en Wimbledon de su amigo y compañero en un anuncio de relojes. “Por supuesto, le felicité. Sin palabras, me dejó con la piel de gallina. Estoy supercontento y muy orgulloso de él”, reconoció. La edad de oro del deporte español tiene al ala-pívot como uno de sus grandes representantes. “Uf, quedarme con alguno. Sería muy complicado, es muy relativo. Tenemos una gran generación que está consiguiendo hitos históricos. Hay que estar orgullosos de todos. Yo admiro a todo el que se abre camino en su profesión y llega a lo más alto. Nieto, Indurain, Alonso, Santana, Nadal… Hay que reconocer la valía de todos y darles las gracias”, apuntó.

“Vale, que ya se nos viene la hora de la comida”, insiste el jefe de prensa. “Perdón, una preguntita rápida, ¿sabes que Odom, tu compañero en los Lakers, está en Málaga”. “Vaya crack”, contesta Pau. El interrogatorio termina al fin, uno de los fisios le propone hacer una rápida sesión de estiramientos, Gasol acepta encantado. Navarro le enseña la tarjeta de la habitación y se despide. Ya le ha esperado un buen rato, decide que ya es hora de volver a los aposentos antes del almuerzo.

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