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Un genio en las cuatro estaciones

Los jugadores más destacados del primer clásico del año

ALBERTO CABELLO

El Barcelona no hizo esta vez ninguna concesión y optó por el once que conquistó la Copa de Europa en Wembley. Cesc Fábregas inició el encuentro en el banquillo. Mourinho, por su parte, optó por hacer sólo un cambio en el once inicial. Coentrao ocupó el puesto de lateral izquierdo en lugar de Marcelo. El jugador portugués participó en el segundo tiempo del partido de ida como mediocentro en compañía de Xabi Alonso.

Ni siquiera se vio sorprendido por el primer disparo de Cristiano Ronaldo al medio minuto del comienzo. Estuvo muy atento a los balones largos a la espalda de los centrales. Evitó dos goles cantados en el primer tiempo con magníficos despejes.

Mucho más enchufado en la vuelta que en la ida. No habían pasado ni sesenta segundo y ya había disparado dos veces a puerta. Tuvo premio a su mejor actitud con el gol del empate en el minuto 20. Su hambre es insaciable. El duelo con Alves resultó apasionante.

Decisivo ya sólo por su posición en el campo. Pegado a la banda, el juego del Barcelona tuvo más amplitud que en la cita del domingo en el Bernabéu. Mucho más vertical que Alexis. Coentrao no tuvo ni mucho menos un estreno plácido como titular. Conoce de memoria los movimientos de sus compañeros. De los mejores de su equipo.

La tendencia contraria que en partido anterior. Apenas intervino en los primeros minutos. Falló un remate bastante claro después de una gran jugada de Di Maria. Suyo fue el centro del gol de Cristiano. Resultó decisivo con el gol del empate a dos a nueve minutos de final.

Imperial. Un sólo toque de balón suyo puede condicionar la historia de un encuentro. Aprovechó toda la atención que concita para dar una asistencia maravillosa a Iniesta en el primer gol del Barcelona. Casillas le arrancó el gol en un mano a mano, pero ya no pudo hacer nada en el segundo. Marca las diferencias en cualquier circunstancia y en cualquier estado de forma en el que se encuentre. Es el jugador más decisivo del fútbol mundial.

Tuvo la mala fortuna de que los dos mejores jugadores del Barcelona en la noche de ayer pasaron por su banda: Messi y Pedro. No tuvo más remedio que emplearse con dureza en alguna ocasión para contener el torrente de juego azulgrana por su parcela. Estuvo desbordado durante todo el primer tiempo. Mourinho le corrigió la posición en el segundo tiempo para volver al medio campo.

Con el de Terrasa en el campo, el Barcelona acelera en unos cuantos kilómetros por hora su circulación de balón. A pesar de que el Real Madrid repitió la misma presión que en el partido de ida, los azulgranas tuvieron más facilidad para generar su rondo gracias a su capitán. Es el mejor compañero posible para que Messi pueda desenvolverse a su gusto.

El capitán madridista estuvo a la altura de tan grandioso partido. Una enorme parada a Pedro y luego el mano a mano con Messi decoraron un muy buen partido del guardameta.

Se obligó a un par de balones en largo para desembarazarse de la asfixiante presión de los de Mourinho, pero el Barcelona gestó su posesión en el central catalán. Resultó decisivo en ataque con ese maravilloso taconazo en el segundo gol.

Un primer cuarto de hora maravilloso en el que ningún defensa pudo arrebatarle la pelota en sus dos slaloms. Luego, desapareció del partido.

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