MADRID.- La prensa le llamó “imbécil”. Los aficionados, de todo menos guapo. “Demichelis juega. Diviértete Lionel”. “El Barça apelará la roja para que pueda jugar la vuelta”. “Los servidores de EA son más rápidos que él”. “Repetición de Demichelis intentando atrapar a Messi”, con una imagen ilustrativa de un caracol. Esas y otras muchas chanzas se han hecho desde Inglaterra hacia el defensa argentino, al que no terminan de ver con buenos ojos como jefe de la zaga del City de Pellegrini. Hasta el mítico exjugador inglés Gary Lineker, ahora comentarista en la televisión, se ha sumado a la campaña. Todo parte, de sus pifias en el duelo de octavos de la Champions contra el Barça la temporada pasada. Se le achacó toda la culpa de la debacle del Manchester City en casa (0-2) que a la postre sería definitivo para su eliminación.

La presunta lentitud –todo es supuesto cuando quien está enfrente es Messi- de Demichelis al intentar cazar al crack de Rosario cuando enfilaba la portería acabó en penalti pitado a favor del Barça (fue fuera del área) y expulsión. “Estoy muy triste, tengo nervios e impotencia. Sólo nos habían generado una ocasión. Es imposible hacer un análisis poco objetivo", se justificó. El defensa fue la excusa del hundimiento citizen, pero no se ahondó más allá de su torpeza. Nada sobre el planteamiento ultradefensivo de Pellegrini, por ejemplo.

El caso del central es toda una contradicción en el rival del United. Es el antihéroe para los aficionados y el hazmerreír para la prensa. Algo parecido a lo que ha tenido que soportar Casillas de un tiempo a esta parte en Madrid. Pero, pese a su edad (cumplirá 35 este año), Micho es fijo para el técnico chileno desde que lo fichó en 2013. La temporada pasada jugó dos tercios de la Premier League, cuyo título alzó el club y esta temporada ha pisado el césped en 23 de los 29 encuentros de liga y seis de los siete de la Champions.

“Los que me critican tienen que tener más respeto conmigo y con lo que he hecho durante toda mi carrera”, llegó a declarar el central en un comunicado. “Nunca me ha pasado algo así. Soy un jugador extranjero y sé que tengo que lidiar con eso. Pero he jugado casi once años en Europa (ocho en el Bayern de Múnich) y he ganado muchos títulos. Eso no es por casualidad. En ningún momento dejé de creer en mis habilidades y le estoy muy agradecido a Manuel [Pellegrini] por su apoyo”, defendía. Es evidente la confianza que el 'Ingeniero' tiene en él, pese a los sucesivos tropiezos. Lo fichó en 2010 para el Málaga y se lo llevó a Manchester cuando él se marchó, previo fugaz paso por el Atlético.

Especialistas en fútbol internacional destacan, asimismo, que su titularidad esta temporada viene claramente marcada por los sinsabores que, hasta el momento, está dejando Mangala. El portugués fue fichado a golpe de talonario (cerca de 40 millones de euros) el pasado verano y aún no se ha adaptado al fútbol inglés ni a la ciudad del norte de Inglaterra. Prueba de ello es la irregularidad en sus apariciones en lo que va de temporada. Es por ello que Pellegrini ha alternado sucesivamente esta campaña la pareja de centrales entre Demichelis, Mangala y Kompany, que parece el más fijo de todos.

Demichelis, en el momento en que hace falta a Messi en 2014 que le cuesta la expulsión. AFP / PAUL ELLIS

Precisamente la reedición del choque contra el Barça en octavos de la Champions ha vuelto a remover las aguas y ha recuperado las críticas contra el cordobés. Pellegrini trató de jugar de manera más ofensiva en la ida (1-2) y el tiro le salió por la culata al dejar el centro del campo totalmente despoblado y la defensa a merced de los azulgranas. Tanto Demichelis como Kompany fueron un coladero en la retaguardia. Esta noche volverá a tener enfrente a su compatriota y pesadilla: Leo Messi. Demichelis, honesto, afronta el reto de parar al '10' azulgrana desde la inferioridad: "Cuando Messi está bien, es imparable".

"El club quiere ser dominante en Europa y no tengo duda de que lo logrará los próximos años. Sería muy importante para nosotros poder avanzar ahora. Tenemos las condiciones para ser un equipo, pero debemos dar ese golpe para demostrarlo", afirmó tras la derrota en el Etihad. Esta noche en el Camp Nou necesitarán mucha más consistencia. No depende, sin embargo, su continuidad en el equipo de una gloriosa remontada o, por el contrario, de otro hundimiento europeo en el coliseo azulgrana. La selló ya hace unos días para incredulidad de media Inglaterra.