Público
Público

Un hueco para Cesc

Guardiola adapta el sistema del Barcelona para acomodar al volante, como antes hizo con Messi e Ibrahimovic

RUT VILAR

Con el fichaje de Fàbregas por el Barça a punto de caramelo, le preguntaron a Andrés Iniesta acerca del encaje del de Arenys en el equipo azulgrana. 'Xavi, Cesc y yo no somos incompatibles', aseguró entonces el manchego. 'Si viene, el nivel del equipo será más elevado', abundó. Cinco meses después, Pep Guardiola no sólo ha acomodado a Cesc entre los dos volantes del Barcelona sino que además ha conseguido que los tres mezclen por dentro con Messiy Busquets 'un jugador imprescindible en los grandes partidos', según el entrenador. Así las cosas y con el técnico poco dispuesto a prescindir de los extremos, claves para abrir el campo y también en la presión, Guardiola ha optado por sacrificar un zaguero y jugar, de forma regular, con una defensa de tres.

'Cesc te ayuda a jugar de esta forma', reconoce el de Sant-pedor. 'Ha venido con un entusiasmo fantástico, tiene una capacidad natural de intuir los espacios, trabajo, gol y llegada. Nosotros jugamos muy en corto y él ve muy en largo, tiene una panorámica muy profunda', concluye.

Pep saca un defensa y junta por dentro a Busquets, Iniesta, Xavi y el de Arenys

Sin hacer concesión alguna a su filosofía futbolística, Guardiola ha ido ajustando matices en su esquema con el objetivo de favorecer el juego de su equipo. Si para incluir a Cesc en la medular ha prescindido de un defensa, para lograr el máximo rendimiento de Messi, sacó al argentino de la banda. Creía el entrenador que, como falso 9, explotaría mejor la estrella su desequilibrio cerca de los volantes y la portería contraria, aunque el fichaje de Ibrahimovic retrasó un año la permuta.

Obcecado en aprovechar la indiscutible calidad del sueco y convencido de que Messino participaba lo suficiente en la banda, Pep situó a la Pulgade enganche por detrás del nórdico, un plan que rozó la perfección en el partido de ida de los cuartos de final de la Liga de Campeones que el Barcelona disputó ese curso frente al Arsenal.

Rijkaard y Cruyff variaron matices para valerse del Gaucho' y Romario

Como ahora sucede con Cesc y Messi, el acomodo de Ronaldinho también empujó a Frank Rijkaard a ajustar la idea con que llegó al Camp Nou. Las circunstancias invitaban al holandés a recuperar el 4-3-3 y el Gaucho parecía encajar sólo en uno de los puestos de la medular. Por sus características, el brasileño perdía constantemente la posición, cosa que convirtió al Barça en un equipo desequilibrado. Con la intención de rentabilizar su conducción en diagonal y su disparo, Rijkaard desplazó a Ronaldinho a la izquierda, optó por un pivote defensivo para el mediocentro y convenció a Xavi de que mejoraría su rendimiento como volante.

Menos flexible se mostró Van Gaal con Rivaldo, al que condenó a la banda porque el sistema así lo marcaba. Nada que ver con cómo Cruyff introdujo a Romario en un Dream Team que hasta la llegado del Baixinho jugaba sin un punta clásico.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?