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Ibagaza acaba con los mitos griegos

El Villarreal impone su clase, vence en el infierno de Atenas y pasa a cuartos. El argentino y Joseba Llorente fulminaron el empuje griego

ALBERTO CABELLO

Ibagaza tiene una segunda oportunidad en la élite. Ha sido muchas veces el mejor en partidos de oropel. La luz que desprendía desde su refugio de Mallorca tuvo apagones cuando llegó el Atlético de Madrid. El Villarreal le ha dado una segunda alternativa en el mejor escaparate. El pequeño argentino fue ayer decisivo para el pase de los amarillos a cuartos de final.

El equipo jugó el primer tiempo sin silueta, sin curvas. Cazorla y el Caño tiraron hacia el centro. Más Senna, Eguren y los dos puntas; la parte central del campo se convirtió en carretera de circulación en hora punta. Muchas piernas y poco espacio.

Muy incómodo se sintió el conjunto de Pellegrini en la circulación. Senna, abanderado del toque inteligente y adversario del balonazo, se veía obligado a pegar un voleón desde el centro del campo a Diego López para oxigenar el juego.

El Panathinaikos le robaba segundos al partido. Su ideario era que el tiempo pasara sin que sucediera nada. Karagounis ejerció de comandante de la brigada. Consiguió el objetivo gracias, también, al empeño del Villarreal de no abrir el campo. Los laterales no conseguían airear por sus bandas. La secuencia de toque moría atrapada en una selva de tibias.

Sin duda, uno de los descubrimientos de esta eliminatoria ha sido el ariete heleno Mantzios, poderosa torreta en el juego aéreo y habilidoso delantero con el balón en los pies. Repitió ayer la buena impresión que dejó en la ida en el Madrigal. Diego López sacó firme la mano para despejar un buen disparo del punta.

Nihat fue el primero en cambiar de credo. Tiró un buen desmarque hacia la banda. El centro provocó una secuencia extraña en el área que resolvió Ibagaza. El gol lo anuló Busacca por falta previa de Rossi.

Llorente le dio otro aire al equipo en el segundo tiempo. Fue un poste de repetición desde el puesto de 9. Sus controles encontraron destino en segundas llegadas. Capdevila se atrevió, al fin, a taladrar su banda. Su primer centro se asoció con Ibagaza para marcar el de gran disparo. El reloj ya no era amigo para el Panathinaikos. Aceleró el ritmo y aprovechó el exagerado paso atrás de Villarreal. Fue Mantzios el que igualó la eliminatoria muy pronto con un poderoso remate de cabeza a la salida del córner.

Más que amedrentar, el gol griego animó otra vez a los amarillos. La prórroga no era premio. Ibagaza en una buena conducción y mejor pase asistió a Llorente para el segundo tanto. El partido ya estaba listo. Los locales se quedaron sin fuerzas y optaron por lo rústico, balones al área. Nada que hiciera temer el pase.

1 - Panathinaikos: Galinovic, Warziniak (Ruakvina, m.86), Sarriegi, Vintra, Nilsson, Simao, Gilberto, Gabriel (Hristodoulopoulos, m.75), Karagounis, Salpingidis y Mantzios.

2 - Villarreal: Diego López, Ángel (Javi Venta, m.29), Fuentes, Godín, Capdevila, Senna, Eguren, Ibagaza (Bruno, m.76), Cazorla, Rossi y Nihat (Llorente, m.46).

Goles: 0-1, m.49: Ibagaza. 1-1, m.55: Mantzios. 1-2, m.69: Llorente.

Árbitro: Massimo Busacca (SUI). Mostró tarjeta al villarrealense Llorente.

Incidencias: partido de vuelta de los octavos de final de la Liga de campeones disputado en el estadio Olímpico de Atenas Spyros Louis. Terreno de juego en buenas condiciones.

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