El brutal ataque de los aficionados ultras del Lazio contra un grupo de hinchas de la Real Sociedad en Roma este pasado miércoles ha vuelto a situar en el foco informativo a este grupo de aficionados, caracterizado por su violencia y por su ideario ultraderechista. 

El avance de la extrema derecha entre los aficionados al fútbol en Italia es una realidad cada día más visible. Los aficionados ultras del Lazio, especialmente los que ocupan el fondo norte —la llamada curva Nord— del Estadio Olímpico de Roma, un grupo conocido como Irriducibili (Irreductibles en español), exhiben desde hace tiempo símbolos fascistas y neonazis y son los más radicales —al menos tienen fama de ello— entre los grupúsculos ultraderechistas que orbitan alrededor del fútbol italiano.

Aunque la mayor parte de la afición del Lazio no es fascista, el vínculo entre los ultras del equipo italiano y la ultraderecha no es nuevo, viene de muy atrás. Tanto es así que si se realiza una búsqueda en Google con las palabras fútbol y fascismo, lo primero que aparece son artículos y fotos de la Lazio.

Un reciente estudio publicado por la Universidad Complutense y firmado por el investigador Andrea Donofrio señala que los aficionados ultras del Lazio suelen llevar pancartas y banderas con la cruz celta y con esvásticas, bufandas con el lema de las SS (Nuestro honor se llama fidelidad).

La afinidad con el fascismo de los ultras del Lazio viene de lejos. Hay quien dice que de los tiempos de Benito Mussolini. Es conocido que el dictador italiano era seguidor del Lazio, pero en realidad la identificación entre el Lazio y el fascismo empezó a cobrar forma a mediados de los años 70 del pasado siglo, según explica el estudio de Donofrio.

Fue entonces cuando empezaron a surgir grupos radicales fascistas entre los aficionados del Lazio. Las ideas fascistas penetraron incluso en el vestuario, entre un grupo de jugadores que terminó convirtiéndose en legendario tras conseguir en 1974 el primer Scudetto (título de Liga) en la historia del club.

Los líderes de aquel equipo eran Giorgio Chinaglia y Luigi Martini. Chinaglia llegó a ser presidente del Lazio a principios de los años 80. El equipo bajó a Segunda bajo su mandato, aunque eso no ha impedido que sea una de las figuras históricas del club. Martini fue parlamentario de un partido de extrema derecha. El portero del equipo, Felice Pulici, recuerda: "Llevábamos pistolas más o menos todos". Lo cuenta Guy Chiappaventi en el libro Grupo salvaje, que recuerda aquel Lazio de las pistolas, así conocido aquel equipo porque muchos jugadores tenían pistolas y no escondían sus ideas políticas. Aquella plantilla campeona consolidó de forma definitiva la relación del Lazio con el fascismo, al menos en el mundo del fútbol.

Desde entonces, los aficionados más radicales del Lazio han protagonizado episodios bochornosos, como por ejemplo sacar, durante un derbi contra la Roma en 1998, una pancarta que decía: "Auschwitz es vuestra patria. Los hornos, vuestras casas". En 2001 sacaron otra: "Equipo de negros, hinchada de judíos". Esos ultras dominan sin mucha contestación el fondo norte del Estadio Olímpico de Roma y el resto aficionados se ha acostumbrado a convivir con ellos.

De hecho, los ultras se han radicalizado más que el propio Lazio. Muestra de ello es lo que ha ocurrido con un bisnieto de Mussolini. Romano Benito Floriani Mussolini, hijo de Alessandra Mussolini, ex diputada en el Parlamento Europeo por Forza Italia y nieta del que fuera líder del fascismo italiano, es un jugador de fútbol que ha sido cedido por el Lazio a Società Sportiva Juve Stabia, equipo de la Segunda División del calcio.

No es que Mussolini, que ha escogido el apellido materno para su carrera de futbolista, esté cuajando una temporada excepcional, pero el pasado domingo marcó un gol. Ese hecho, casi anecdótico, ha sido aprovechado por centenares de seguidores del Lazio para reclamar su vuelta al equipo. "Escuchar tu apellido es algo enorme y llena el vacío de muchos italiano. Te seguiremos con la esperanza de verte marcar nuevamente y también en la selección", "estoy un poco nostálgico", "respeto a Il Duce", escribieron los ultras en los comentarios a la publicación en su cuenta de Instagram que hizo el bisnieto tras marcar su gol.

En los últimos años el Lazio ha intentado alejarse de los seguidores más radicales, aunque no se ha atrevido a erradicarlos. Quizás ha llegado el momento tras los ataque a los aficionados de la Real Sociedad: el equipo no ha dudado en condenar las agresiones, ha ofrecido máxima colaboración con las autoridades y ha prometido tomar medidas estrictas con sus aficionados radicales una vez termine la investigación de los hechos.