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No apto para tramposos

21 etapas, 3.500 kilómetros, 4 metas en alto, 17 grandes puertos... y un especial control contra el posible dopaje. Así se presenta el Tour 2008, sin Contador pero con las opciones españolas de Valverde y Sastre

JOSÉ MANUEL EGIDO

Por primera vez en su historia, el Tour no admite que el último ganador pueda repetir triunfo. Tal casualidad le ha tocado a Alberto Contador. Vencedor en 2007, no podrá disputar la edición 2008 porque pertenece a un equipo (Astana) vetado por la organización a causa de sus reincidentes prácticas de doping en la propia carrera gala. Tiene razón la organización en rechazar a los kazajos, aunque perjudica a Contador, que es el presente y el futuro de este deporte que pretende no ser apto para tramposos.

Ausente Contador, el favorito es Cadel Evans, segundo el año pasado. Su progresión le avala, al igual que al ciclismo español, con seis de sus participantes entre los diez mejores del 2007: el propio Contador, Sastre (4º), Zubeldia (6º), Valverde (7º), Astarloza (9º) y Pereiro (10º), además de contar con el tricampeón mundial, Freire, para las llegadas masivas. Sin su vigente ganador, pero con claro color español. Pocos pueden hacerles sombra: el citado Evans y las difusas candidaturas de Menchov, Cunego y pocos más.

Valverde ganó el Campeonato de España el pasado domingo. Previamente hizo lo propio en la Dauphiné Liberé y, antes, en la Lieja-Bastogne-Lieja. Lleva una temporada muy buena. Su momento de forma es el mejor. No estamos ante el clásico ‘corredor Tour’, pero su opción es consistente. Nada de campeones, nada de cracks. Prima el físico, como en casi todos los deportes. El nivel medio ha subido. El nivel fuera de serie no existe. Corredores con unas plantas excepcionales, pero que no dan pedales más deprisa que el rival.

Después del escándalo de Festina del 98, los tramposos han seguido haciendo de las suyas (Boonen, Rasmussen, Vinokourov, Landis...). Los franceses están más que hartos de ellos, así que no pasan una, procedan las trampas de su carrera o de otras, de los entrenamientos o de donde sea. No quieren ni a los sospechosos. Organización y árbitros de casa.

Tremendos controles antidoping porque el Tour se ha desmarcado de la Unión Ciclista Internacional. El que quiera ir a Francia debe atenerse a sus normas. Hasta Riis ha sido perdonado y vuelve al palmarés del 96. Armstrong (siete veces ganador) lamenta la ausencia de Contador y pronostica que ganará Evans. Indurain (cinco veces vencedor) también siente que no corra Contador y en su caso confía en Valverde.

El recorrido, como siempre, es muy exigente; menos etapas contrarreloj (82 km) y más montaña (4 llegadas en alto y 17 grandes puertos). Alpes, Pirineos y ojalá que por fin una carrera limpia. A partir de hoy, 3.500 kilómetros de Brest a París, 20 equipos, 180 participantes, 30 de ellos españoles. Precisamente uno de ellos, Óscar Freire, puede ser el primer líder porque la etapa inicial no es contra reloj, sino en línea. Aunque de perfil bastante quebrado, es previsible un sprint masivo. Sus rivales, los Mc Ewen, Hushovd, Cavendish y demás.


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