Los cuatro partidos jugados hasta ahora entre Madrid y Valencia en los cuartos de Euroliga que hoy se resuelven en la Caja Mágica apuntan a una dirección: en cada choque ha ganado el que ha tenido al base titular más inspirado.

Cook y Prigioni, con 14,75 y 11,75 de promedio respectivamente, son los jugadores más valorados de sus equipos en el global de la serie y, junto a Huertas, los mejores asistentes (7,25 el norteamericano, 5 asistencias el argentino) de todos los cuartos de la Euroliga.

Su anotación está siendo también decisiva, sobre todo la de Cook, que desequilibró el segundo encuentro anotando 20 puntos con un 5/5 en triples. En el cuarto, dos aciertos suyos consecutivos desde el perímetro en el último cuarto encarrilaron la victoria.

'Cada vez se ven menos bases capaces de dirigir el juego y ellos lo pueden hacer, sin duda la victoria de uno u otro equipo pasará en gran parte por sus manos', opina el exbase del Valencia Rodilla. 'Si alguno de los dos juega mal, su equipo lo notará y sufrirá muchísimo porque marcan la tendencia de sus conjuntos', agrega José Luis Llorente, exbase del Madrid.

Observa Rodilla la ventaja de que 'Cook, por edad, está en mejor momento físico' y que 'su explosividad ha castigado mucho a Prigioni, que no puede aguantar su potencia de piernas y que además no tiene a Sergio Rodríguez (baja por lesión también hoy) dándole aire'. Por eso, en ocasiones, 'Prigioni deja a Llull subir el balón en la transición y dirige el juego en cancha contraria', según agrega. A Prigioni y al Madrid, coinciden Rodilla y Llorente, les favorece un partido más pausado. 'Es uno de los mejores bases de Europa en estático y controla todos los aspectos del juego', analiza Llorente.

Prigioni, con 740 asistencias, es el segundo mejor de la historia de la Euroliga en ese apartado y Cook (5,65), el mejor de la presente edición. Presente y futuro sentando las bases de sus equipos con una sola meta: alcanzar la Final a Cuatro en Barcelona. La Euroliga anunció ayer que la final se jugará a las 16:30. Cede a las presiones del Maccabi, que pidió adelantar la cita para que no coincidiera con el luto conmemorado durante el Día de los Soldados Caídos.