El Real Madrid ya tiene su Liga número 32. La primera de Mourinho con el club blanco y la primera contra el Barcelona de Pep Guardiola. Los blancos necesitaban lograr tan sólo tres puntos para alzarse con un título histórico (por los números y por el rival) y lo hicieron en un escenario histórico: San Mamés, la 'Catedral' del fútbol español. Los merengues vencieron cómodamente por 0-3 a un Athletic plagado de bajas que piensa más en las dos finales (Europa League y Copa del Rey) que en la Liga.

Tras la victoria del Barcelona ante el Málaga, el Madrid se veía obligado a vencer al conjunto vasco si quería cantar el alirón. Los jugadores lo sabían y comenzaron a un ritmo trepidante, con varias acciones de peligro en el área del Athletic. Pronto tuvo el Madrid la primera opción de adelantarse. Fue desde el punto de penalti tras unas manos de Javi Martínez a remate de Sergio Ramos. Pero los once metros volvieron a ser una distancia demasiado lejana para Cristiano Ronaldo, quien trató de batir a Gorka Iraizoz 'a lo Panenka'. El balón, demasiado raso para ese tipo de chut, se estrelló en los pies del guardameta y voló por encima del larguero.

Pero el Real Madrid seguía en tromba buscando el primer tanto, que llegó a los 16 minutos merced a una gran jugada de Higuaín. El argentino recibió un balón de Ozil en la frontal del área, recortó a dos defensores y puso el balón en la escuadra izquierda con un gran derechazo. De esta manera, el 'Pipita' volvía a ser crucial en la consecución de la Liga (ya lo hizo contra Osasuna en 2008) y se reivindicaba tras unos días en los que se ha hablado más de su posible salida que de su fútbol.  

Poco después, el Madrid dejaba sentenciado el encuentro. Una buena jugada al contragolpe fue culminada por Cristiano Ronaldo con un pase extraordinario, de derecha a izquierda, a Ozil, que sólo tuvo que rematar a placer ante Iraizoz. Dos goles de ventaja que permitían a los de Mourinho respirar con tranquilidad y casi agarrar el título con ambas manos.

El Athletic no se quedaba atrás e hizo trabajar a Casillas. Primero con un chut de Íñigo Pérez desde un costado, que obligó al meta madridista a estirarse. El rechace cayó en las botas de Ibai Gómez, quien enganchó una volea sensacional que terminó estrellándose en el larguero tras tocar la espalda de Higuaín. También Ozil se topó con la madera en un tiro fabuloso desde la frontal del área que Iraizoz vio pasar por encima de su guante izquierdo.

Quedaba el tanto de Cristiano Ronaldo, obsesionado en su lucha particular por el pichichi con Leo Messi, autor de tres goles ante el Málaga horas antes. El fallo del penalti rondaba su cabeza hasta tal punto, que el portugués apenas celebró el gol de Ozil. Hubo que esperar al inicio de la segunda parte, cuando un saque de esquina sacado desde la izquierda del ataque blanco llegó a la repeinada cabeza de Ronaldo, que desde el área pequeña tocó lo justo el balón para desviarlo hacia las mallas.

A partir de entonces todo fue esperar a que pasaran los minutos y a que el Madrid celebrase el título. También esperar a que Ronaldo se acercara a la marca de Messi, que con 46 goles aventaja en dos al portugués en la lucha por el título de máximo goleador. El delantero luso lo sabía y no dejó de intentarlo por activa y por pasiva sin suerte. Tampoco tuvo suerte con el arbitraje Javi Martínez, que vio la segunda tarjeta amarilla tras tocar el balón de manera involuntaria con la mano. El colegiado interpretó que merecía sanción y expulsó al jugador del Athletic. Antes, De Marcos había hecho resonar el palo en San Mamés por tercera vez en la noche con un gran lanzamiento lejano.

Los minutos finales sirvieron para que Ronaldo fallara su enésima ocasión, esta vez mano a mano con Iraizoz, ante el júbilo de la grada, encrespada con el portugués. Al final del encuentro, Ronaldo, en tensión por su falta de acierto ante el arco, puso la mácula a la celebración al dedicar un corte de mangas a Javi Martínez, con quien mantuvo un pique durante el partido.