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Los rostros del paro en el fútbol

No necesitan la ayuda de los 400 euros, algunos ni se apuntan al paro, pero la realidad está cambiando cada vez más rápido hacia peor

ALFREDO VARONA

La ayuda de los 400 euros no ha llegado al fútbol, pero el paro existe. No sólo entre entrenadores, que siempre fueron los primeros en ser despedidos, sino también entre jugadores.

Hace quince días un equipo de la AFE (Asociación de Futbolistas Españoles), plagado de jugadores en paro, entre los que figuraban nombres con lustre en Primera división como los de Jonathan Sesma, Aganzo o Jorge López, se exhibió en China con la esperanza de que les contratase algún club asiático. Fue como ir al INEM al aire libre y en un país extranjero, las cosas del fútbol. 'Pero es que la gente allí está loca con el fútbol español', decía Sesma.

La realidad es que es difícil aceptar los nuevos tiempos, porque el fútbol es una profesión tan vocacional que lo último que uno piensa es en el paro. El fútbol no se trabaja, se juega. El escritor uruguayo Eduardo Galeano define al futbolista como 'un afortunado que se libró de la oficina'.

Pero ahora ya hay que pensar en el paro, en los concursos de acreedores, en administradores judiciales y hasta en los ERE como el último, el del Racing de Santander, que afectó a jugadores y empleados por igual.

Los futbolistas, sin embargo, no suelen ser parados al uso. Al menos, los que han vivido en la elite y han tenido unos ingresos anuales que el resto de la población ni sueña. Pero lo cierto es que los futbolistas, actualmente, ya no cobran tanto como antes. Al menos, los de la clase media.

Pavón, aquel central de la cantera del Madrid que popularizó a la cantera en la primera época de Florentino Pérez, supone que en el futuro no tantos podrán hacer lo que ha hecho él de no cobrar el paro. 'No lo necesitaba'. Ahora, se paga menos y se tarda más tiempo en encontrar trabajo. Muy a menudo, hay que traspasar fronteras y por eso ahora se encuentran futbolistas españoles en Ligas de Rumania, Chipre, Grecia o Turquía. Algo que en otro tiempo pareció imposible.

PACÓ PAVÓN: EXFUTBOLISTA

A los 30 años, no encontró ofertas en España para seguir jugando: no importó que hubiese formado parte del Madrid galáctico de Beckham, Zidane, Ronaldo...  Pese a que no necesita buscar trabajo para poder mantenerse advierte de que 'el que crea que esta situación no va con él está equivocado. A todo el mundo le puede salpicar la crisis'.

JONATHAN SORIANO: EMIGRANTE

Después de triunfar en el fútbol español (Espanyol, Almeria, Ejido o Albacete) ha emigrado a la Bundesliga austríaca, donde es el pichichi.  Ha notado los cambios con respecto al fútbol español pero se ha tenido que acostumbrar. Cuando llegó a Salzburgo soportó temperaturas 'de hasta menos 20 grados'. No desistió, pero 'fue horrible. Tuve que jugar hasta con sudadera debajo de la camiseta'.

ANDONI GOIKOETXEA: ENTRENADOR

Hasta 2008, cuando dejaba un equipo, encontraba rápido otro. Ahora ni siquiera en el extranjero le resulta fácil. 'Tarde o temprano, espero que alguien me contrate. Si surgiera algo interesante en el extranjero, también estaría dispuesto. Soy entrenador y necesito el trabajo diario', reconoce el excentral del Athletic.

SANDRO: DIRECTOR DEPORTIVO

Junto a Fernando Sanz, Sandro lideraba la dirección deportiva del Málaga hasta que el jefe anunció nuevos planes. Desde entonces, cobra el paro en Tenerife. Ve su futuro complicado: 'Si no me ha llamado nadie hasta ahora será por algo. Hay pocos puestos y somos muchos'.

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