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El Sevilla mantiene su prestigio internacional

Se ha proclamado campeón de la Copa de los Ferrocarriles tras ganar en la final al Lokomotiv de Moscú por 3-0

AGENCIAS

El Sevilla se coronó hoy campeón de la Copa de los Ferrocarriles de Rusia (RZD) al derrotar al Lokomotiv Moscú (3-0) en un partido en el que el equipo español recordó en la primera parte al que se alzó con la Copa de la UEFA (2006 y 2007).

El técnico sevillista, Manolo Jiménez, introdujo seis novedades con respecto al partido de semifinales frente al Milán (1-0), pero el equipo no bajó un ápice su rendimiento, pese a la incesante lluvia. Precisamente, dos de los fichajes del equipo (los marfileños Romaric y Koné) fueron los que marcaron la senda del triunfo en los primeros veinte minutos de partido.

Romaric, que volvió a formar un tándem impenetrable en el medio centro con el italiano Maresca, inauguró el marcador al rematar de cabeza un saque de esquina sacado por el uruguayo Chevantón (m.3). El pulmón africano volvió a ser uno de los mejores de su equipo, como contra los italianos, y participó tanto en las labores defensivas como ofensivas.

Su compatriota, Koné, tuvo en sus botas una gran ocasión a los quince minutos, pero el italiano Pelizzoli acertó a despejar a córner. En cambio, el espigado delantero no desaprovechó la siguiente ocasión, tras una gran jugada personal de Capel, que volvió locos a sus marcadores en la primera parte.

El joven interior izquierdo español penetró por su banda, recortó, centró con su pierna mala y Koné remató de cabeza a placer, haciendo inútil la estirada del guardameta local. El Lokomotiv dispuso de su mejor ocasión mediada la primera parte, cuando el georgiano Muzhiri tras una gran jugada personal disparó y el balón pasó lamiendo el poste derecho defendido por Varas.

Al final de la primera parte, el Sevilla se relajó, lo que aprovecharon los rusos para adelantar líneas. En una jugada sin aparente peligro, el francés Squillaci derribó dentro del área a Minchenkov, por lo que el árbitro decretó penalti (m.44).  Muzhini fue el encargado de lanzar la pena máxima, pero Javi Varas emuló al internacional Casillas y salvó a su equipo con una gran parada.

En la segunda parte, a los jugadores del Sevilla parecieron pesarles las piernas debido al estado del terreno de juego, mientras a los rusos la lluvia pareció darles alas. A los pocos minutos, Varas salvó otra vez los muebles, al despejar ágilmente un disparo de Máminov, mientras el Lokomotiv encerraba poco a poco al equipo español en su área.

Mediada la segunda parte, un nuevo fallo de Squillaci permitió a Minchenkov encarar solo a Varas, pero su disparo fue escupido por el poste. En un intento desesperado de darle la vuelta al partido, varios de los titulares habituales del Lokomotiv saltaron al campo, pero no consiguieron inquietar a Varas.

Nada más dejar de llover, el uruguayo Chevantón finiquitó el partido al batir inteligentemente al portero ruso tras un gran pase al hueco de Navas, que acababa de salir al campo (m.82). El Sevilla logró así lo que no pudo el Real Madrid, que en la primera edición del torneo sólo pudo ser segundo al caer en la final frente al PSV Eindhoven (2-1).

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