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¿Por qué todavía no hay ojo de halcón en España?

El sistema tiene un elevado coste de instalación y mantenimiento. La FIFA no homologa el Mediacoach, una herramienta con la que se trabaja desde hace varias temporadas en España, ya que aceptarlo le supondría a LaLiga un desembolso de cuatro millones.

Un defensa del Betis saca el balón de dentro de la portería durante el encuentro ante el Barça.

MADRID.- Lo sucedido esta última jornada en el partido entre el Betis y el Barcelona y el gol fantasma de los azulgrana ha vuelto a sacar el debate de siempre: ¿por qué no está instalado el ojo de halcón en España? Las reacciones del conjunto catalán no se hicieron esperar nada más acabar el partido.  “La tecnología puede ayudar y está claro que los árbitros necesitan ayuda”, dijo Luis Enrique. En esta misma línea se manifestó el directivo Javier Bordas: “No entendemos por qué aún no se usa la tecnología, hay que hacerlo ya”. Y Aleix Vidal exculpó al árbitro del encuentro de lo sucedido: “Es grave, pero no es culpa del árbitro, con el ojo de halcón no habría pasado”.

Varios son los motivos de su implantación. Empezando por el propio sistema tecnológico. La FIFA tiene un sistema homologado pero que no es con el que trabaja actualmente LaLiga. El máximo organismo del fútbol maneja un sistema de 14 cámaras de alta definición que monitorizan desde distintos ángulos a las dos porterías. Ante cada avance de la pelota hacia la meta se hace una recreación 3D que si detecta que el balón traspasa la línea envía una alerta al reloj del árbitro.

En España se trabaja desde hace varias temporadas con el Mediacoach, un sistema de seguimiento que permite analizar todas y cada de las acciones del partido. Diseñada en 2011, es una herramienta que ayuda al análisis de datos de los departamentos técnicos deportivos y que está a disposición de los 42 clubes de Primera y Segunda División. Las cámaras de Mediapro y las estáticas que se encuentran en cada uno de los estadio españoles registran lo sucedido en el encuentro, que van a parar a un servidor central. A través del software, se puede acceder a todo tipo de datos de cada uno de los partidos, como pases realizados, disparos a portería, kilómetros recorridos, velocidad punta de cada jugador o distancia entre líneas.

Su principal novedad es la posibilidad de registrar estos datos a tiempo real, con la anotación automática de la posición de los jugadores en cada momento. Además existe la posibilidad de visualizar el terreno de juego desde cualquier ángulo, así como establecer, a través de una pizarra virtual, una imagen esquemática para marcar los movimientos y el recorrido sobre el campo de cada uno de los jugadores. También se pueden comparar las estadísticas de un jugador concreto con el resto del equipo en todo un partido o en un periodo del mismo. Y dentro de este seguimiento permite también detectar de manera inmediata las jugadas de gol fantasma.

La FIFA no reconoce el Mediacoach y para homologarlo es necesario pagar cuatro millones de euros. Un dinero que debería abonar LaLiga como peaje por no adaptarse al modelo impuesto por el organismo. La patronal del fútbol español, que ya se ha negado a pagar el sistema FIFA, considera que es una cantidad inadmisible, más cuando, defienden, lo ocurrido en el Benito Villamarín se produce a cuenta gotas a lo largo de la temporada.

LaLiga es defensora de implantar a corto-medio plazo el sistema de videoarbitraje empleado en el pasado Mundial de Clubes. Incluso llegó a plantear a la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) comenzar a usarlo a modo de prueba durante la actual edición de la Copa del Rey. Ahora están estudiando hacerlo para la próxima temporada 2017-2018. De ese modo, Parece claro que el modelo FIFA no se verá en España, a diferencia de otras ligas, como la Bundesliga, la Premier o la Liga Francesa. En Inglaterra se instauró en 2013, en Alemania se puso en marcha un año después, mientras que en Francia fue la temporada pasada.

Por otro lado, está la otra parte implicada: los árbitros. Desde el Comité Técnico de Árbitros (CTA) apuestan claramente por la tecnología, pero coinciden en señalar el elevado coste que supone implantar un sistema que se limita a acciones tan puntuales. También son partidarios del videoarbitraje, aunque, y más tras lo sucedido en Japón, consideran que es un sistema que requiere de un proceso de mejora, de aplicación en competiciones en categorías inferiores antes de su aceptación definitiva en el fútbol profesional.

El CTA, como ya informó en su día Público, exigen que deben resolverse algunas cuestiones claves antes de aplicar el videoarbitraje en la liga española: qué empresa asumiría el control de seguimiento, homologar el mismo número de cámaras en todos los estadios, establecer los encargados de analizar las jugadas y transmitirlas al colegiado principal, etcétera. Asuntos que no le son ajenos a LaLiga, consciente de que su implantación exige, en primer lugar, instalar en todos los estadios un sistema de circuito interno idéntico y que además esté homologado por la FIFA.

Circuito que nada tendría que ver con la señal producida para la retransmisión del partido y que debería estar gestionada por una empresa privada ajena a los clubes, a los cuales, además, les supondría una inversión de aproximadamente un millón de euros a cada uno, según fuentes consultadas por Público. Pero, ¿quién debería asumir este coste: los propios clubes, LaLiga o la Federación, la otra parte implicada? Cuestiones que todavía están por resolver, como también quién debe ser el responsable de comunicarse con el árbitro. Otras fuentes consideran que el equipo debe ser dependiente del propio estamento arbitral, ya sea personal formado para el desarrollo de estas funciones o los propios observadores que actualmente están en cada uno de los encuentros.

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