"El Real Madrid CF y el SL Benfica han llegado a un acuerdo para el traspaso del jugador portugués Fabio Coentrao, que quedará vinculado al club las próximas seis temporadas". Con este escueto comunicado, el Real Madrid hizo oficial ayer un fichaje que ya desde primera hora de la mañana se daba por cerrado.

Fabio Coentrao (Vila do Conde, Portugal, 11 de marzo de 1988) se salió con la suya tras forzar su marcha del Benfica, hasta el punto de no viajar con el resto de su equipo a la concentración en Suiza. Una vez cerrado el acuerdo con el jugador, la táctica que habitualmente utiliza el Real Madrid, el club que preside Florentino Pérez pagará 30 millones de euros al Benfica, según se recogía ayer en la comunicación realizada por la entidad lisboeta a la Comisión Nacional de Valores Mobiliarios de Portugal, requisito obligatorio, ya que cotiza en Bolsa. En el acuerdo podría estar incluido el traspaso de Garay, que rebajaría en algo los 30 millones, aunque este hecho no estaba confirmado.

Coentrao se encontraba desde el lunes en Madrid, a la espera de que las negociaciones entre Benfica y Real Madrid culminaran. Tras cerrarse el acuerdo, el jugador pasó al mediodía de ayer el pertinente reconocimiento médico, tras lo cual acudió al Bernabéu para firmar su compromiso con el club madrileño. Fue el presidente del Madrid, Florentino Pérez, quien recibió al nuevo fichaje blanco y se fotografió con él en la sala de juntas.

Representando por Jorge Mendes, el mismo agente de Mourinho, Cristiano, Pepe, Carvalho y Di María, Coentrao es una petición expresa del entrenador blanco. "Por Mou lo dejaría todo y jugaría hasta de portero", dijo el lateral, una vez conocido el interés del Madrid por ficharle. Con él, son ya cuatro los jugadores portugueses que juegan en el Madrid, además del cuerpo técnico de Mourinho, con lo que el club blanco se sigue portugalizando.

"De niño me imaginaba jugando en el Real Madrid, era mi gran sueño", señaló Coentrao en la web del club blanco. El portugués aterriza en Madrid con una edad óptima y una esperanza secreta, la de reivindicar en el Bernabéu a los laterales de su país, que quedaron en muy mal lugar hace 15 años por culpa de un extraño compatriota que llegó a jugar en el Madrid de Capello. Se llamaba Secretario y no hizo feliz a casi ningún balón y a casi ningún socio. La seguridad de que ahora no pasará eso, está en la diferencia. Secretario era diestro, Coentrao es zurdo, y con lo que ha pagado el Madrid por él, ya puede salirle bueno a Mou.