'No nos convienen estos partidos locos'. Todavía exhausto por la esquizofrenia del partido, Pep Guardiola realizó su análisis desde lo irracional que tuvo el juego trepidante que se vio este domingo en el Calderón. Un partido a dos porterías que acabó engullendo a su equipo, que no digiere bien esas continuadas jugadas a la ruleta rusa. 'La victoria pudo haber caído en cualquiera de los dos lados.

Al final era una moneda al aire'. No fue muy explícito el diagnóstico global que hizo de los males de su equipo, que ha visto su ventaja con el Madrid recortada hasta cuatro puntos: 'No es una cuestión de que no presionemos arriba. Hoy el juego directo del Atlético no lo propiciaba. Cuando no tienes tanta posesión, el tema de la presión arriba no es igual'.

Tampoco cree Guardiola que le falten jugadores de jerarquía para dormir partidos broncos o con una ida y vuelta tan frenética: 'Tenemos jugadores con experiencia, no creo que nos haga falta ningún líder para afrontar este tipo de partidos. Confío mucho en los jugadores que tengo, porque han pasado por situaciones como ésta'.

Preguntado por la presión de tener al Madrid a cuatro puntos y por el estado anímico de la afición azulgrana, no perdió la compostura: 'Yo ya sabía que esto no iba a ser fácil y lo había dicho. Estamos en tres competiciones y hay cosas que no se pueden controlar. Entiendo que la afición pueda estar preocupada, pero lo que tenemos que hacer es levantarnos'.

Había un aire en las contestaciones de Guardiola que no denotaban mucho escozor por la derrota. La procesó con naturalidad, dando a entender que el fútbol, en partidos así, desemboca en desenlaces del calado épico: 'Este ha sido un clásico partido entre el Atlético y el Barça. Con el 0-2 pudimos sentenciar, pero Forlán hizo un golazo y se metieron en el partido. Nos empataron y volvimos a ponernos por delante, pero no acabamos de rematar el encuentro. Ellos se han ido arriba y se han ido creciendo hasta que nos han remontado'.

Lo cierto es que el Barça acabó sometido a los vaivenes del Atlético. Entró al intercambio de golpes y se desfondó, aunque Guardiola no ve que la condición física sea el problema que ha metido en barrena al equipo. 'No veo al equipo cansado. Terminamos los partidos bien, atacando y no rotos físicamente. No creo que el problema de los últimos partidos sea derivado de la condición física'. Por último, lanzó un mensaje pleno de fe hacia sus jugadores: 'Vamos a levantarnos. Seguiremos'.