Cuando nació, en noviembre de 2008, oposición, agentes sociales y sindicatos criticaron que el Fondo de Inversión Local era 'pan para hoy y hambre para mañana'; temían que provocase un espejismo laboral con la generación de miles de empleos que luego se evaporarían. De momento está siendo uno de los principales dinamizadores del mercado de trabajo, pero su agotamiento es inminente.

Hasta la fecha, el programa ha dado trabajo a 414.446 personas, de las que 175.490 corresponden a nuevos contratos. Para la secretaria general de Empleo, Maravillas Rojo, estos datos ponen de manifiesto su 'importantísima' aportación al empleo coyuntural. El Plan E ha influido de manera decisiva en la evolución económica de todos los ámbitos territoriales, indicó ayer. Según dijo, a 25 de agosto estaban 'prácticamente' en marcha todos los proyectos solicitados y quedaban pendientes unos 200, pero la mayoría son de pequeña magnitud.

Dotado con 8.000 millones de euros, el Fondo de Inversión Local, enmarcado en el Plan E para el Estímulo de la Economía y el Empleo, tiene por objeto aumentar la inversión pública en el ámbito municipal. Sus resultados están siendo satisfactorios, porque ha logrado revitalizar el mercado laboral en el maltrecho sector de la construcción, pero las dudas son obvias: ¿qué ocurrirá este otoño, cuando ya no haya tantas obras que realizar?

La segunda edición del Fondo de Inversión Local no arrancará hasta 2010, lo que acrecienta las preocupaciones de cara al futuro inmediato: a medida que los proyectos vayan finalizando, miles de personas que han conseguido trabajo en ese terreno durante estos meses pasarán a engrosar las listas del antiguo Inem y, hasta el año que viene, no habrá contratos similares que los compensen.

Además, el programa del próximo ejercicio, de 5.000 millones de euros, está orientado a otro tipo de proyectos (de sostenibilidad ambiental, tecnológicos y de atención social a personas dependientes) y no está claro qué incidencia tendrán en el empleo.