Vodafone no está sola en su intención de empezar a reducir la subvención de terminales móviles. Orange también va a replantearse si sigue practicando la misma estrategia de atracción de clientes, centrada históricamente en España en ofrecer terminales con el precio rebajado o gratis. No lo hará de forma inmediata, sino que aprovechará la entrada en vigor en el próximo ejercicio de la norma que obliga a las compañías tanto de fijo como de móvil a facilitar a sus clientes el cambio de operador conservando el número (proceso conocido como portabilidad) en 24 horas.

'Existe un exceso de gasto en la subvención de terminales más allá de las necesidades reales de los clientes', acaba de decir el consejero delegado de Orange en España, Jean Marc Vignolles, en el XXV Encuentro de las Telecomunicaciones que se celebra en Santander, al ser preguntado por las afirmaciones de Vodafone.

Pero el problema para las compañías de móvil en España no son sólo los más de mil millones de euros que gastan al año en subvencionar dispositivos. El problema se llama crisis y ha traído a este país unos hábitos entre los consumidores jamás vistos por las operadoras. Ahorran, cambian de compañía, peinan las tarifas hasta encontrar la mejor para el bolsillo. Esto ha provocado una guerra de precios en el sector que merma trimestre tras trimestre los ingresos de las grandes operadoras.

Orange se ha desmarcado de la debacle, con un crecimiento interanual del 4,1% en ingresos en el primer semestre de 2011 respecto al mismo periodo de 2010. Pero eso no la salva de la guerra, que lejos de cesar parece recrudecerse y, como acaba de apuntar Vignolles: 'Lo que destinamos a terminales, no lo destinamos a bajar tarifas'.