La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) calcula que la orientación de la Comisión Europea de situar la deuda pública en una senda continuamente decreciente podría exigir a España un ajuste fiscal de hasta 30.000 millones en cuatro años, 6.000 millones anuales.

La presidenta de la AIReF, Cristina Herrero, ha precisado este jueves en la presentación del informe sobre el Programa de Estabilidad que este ajuste no es una recomendación de la institución, sino un ejercicio teórico de aplicar las orientaciones de la Comisión sobre las futuras reglas fiscales, todavía pendientes de aprobar.

Herrero ha explicado que estas orientaciones de la Comisión apuntan a que los programas de estabilidad deben situar el déficit público por debajo del 3% del PIB y la deuda "en una senda continuamente decreciente" a medio plazo "con un suficiente grado de plausibilidad".

La presidenta de la AIReF ha advertido de que, a falta de unas nuevas reglas aprobadas, se desconoce qué supone "continuamente decreciente" ni en qué medida la Comisión va a exigir que los programas cumplan el "espíritu" de la futura reforma.

A pesar de ello, cree que ese "espíritu" pasa por mantener la deuda en la senda decreciente no solo los cuatro años del programa -que sí se cumple en el caso español- sino una década más allá, algo que según sus previsiones no se cumple.

La AIReF estima que, sin medidas adicionales, la deuda pública española volvería a crecer a partir de la década de los treinta como consecuencia del efecto del envejecimiento, por lo que sería necesario aplicar ajustes adicionales para mantenerla en la senda "continuamente decreciente".

Este ajuste, cuando se aplican los criterios de la Comisión sobre la previsión de deuda de la AIReF y en un entorno adverso de deterioro de la relación entre interés y crecimiento, ascendería al 0,46 puntos anuales de PIB durante cuatro años, lo que elevaría el impacto acumulado hasta unos 30.000 millones de euros.

En cambio, si se aplica sobre la previsión de deuda del Gobierno, más optimista, el ajuste sería inferior, de 0,3 puntos de PIB, también en el escenario adverso.