El BCE sale al rescate de la banca con una prima histórica por inmovilizar el dinero
Las políticas monetarias de Lagarde y De Guindos remuneran con un 3,75% los fondos que los bancos sacan de circulación para depositarlos en su ventanilla en una medida que llega en pleno desplome del endeudamiento privado.
Zaragoza-Actualizado a
"El estímulo para prestar dinero con riesgo desaparece cuando el BCE (Banco Central Europeo) te da un interés del 3,75% solo con llevarlo a su ventanilla. Eso es una manera de enfriar la economía que va a tener efectos negativos porque va a provocar desempleo", explica el economista Carlos Sánchez Mato.
Se refiere a los efectos reales de la llamada "facilidad de depósito", una de las herramientas que ha reactivado el BCE en su declarada batalla contra la inflación, tan perversa que en la práctica se está revelando como una ofensiva recesionista de libro contra la actividad económica en la eurozona.
La resistencia de esta comienza a ceder, aunque sin caer oficialmente en la recesión gracias a la bonanza macroeconómica de países como España, con un incipiente cambio de modelo productivo, mientras la banca añade una vía extra de ingresos a unas subidas de tipos que están llevando su negocio a niveles de récord.
¿En qué consiste la "facilidad de depósito"? Se trata de una herramienta de la política monetaria con la que el BCE determina el interés que van a cobrar los bancos por colocar sus depósitos en su ventanilla.
Es decir, de una prima para estimularles a sacar de circulación un dinero que, así, no irá a financiar la actividad de las empresas ni de los hogares y que les lleva a descartar cualquier préstamo por debajo de ese nivel.
Esa prima regresó la semana pasada a su tope histórico del 3,75%, una tasa que en las más de dos décadas de existencia del euro solo había alcanzado entre octubre de 2000 y junio de 2001; es decir, que el BCE paga a los bancos como nunca por sacar dinero de circulación.
La medida llega en un momento en el que, pese a sus ganancias históricas, la banca española está viendo decaer su negocio de préstamos a las empresas y los hogares como consecuencia de la misma subida de tipos de interés que está disparando su margen de intereses.
"La subida de tipos está haciendo que quien tiene caja, tanto empresas como familias, vaya cancelando sus créditos para reducir su exposición a la deuda", señala el economista.
En el último año, la amortización de créditos, préstamos e hipotecas ha supuesto en el último año (de junio a junio según los datos del Banco de España) una reducción de 24.443 millones de euros en el saldo vivo de deuda que familias y empresas mantienen con los bancos.
El volumen de préstamos cancelados alcanza en ese periodo los 13.352 millones de euros en hipotecas por parte de las familias y los 11.091 por parte de las compañías.
Esa merma del negocio, que al cabo del año tendría un impacto de algo más de mil millones de euros en las cuentas de la banca española, está teniendo dos contrapesos.
Uno consiste en el aumento de algo más de 600 millones en los créditos de consumo que las familias contratan para hacer frente a la carestía provocada por la combinación de la inflación y la congelación salarial, que con un interés medio cercano al 9% generan una expectativa de negocio de algo más de 55.
El otro es la herramienta monetaria de la "facilidad de depósito", con la que la banca española va a obtener unos ingresos hasta ocho veces superiores a la merma que va a suponerle la caída del saldo vivo de sus créditos: en junio tenía apalancados ahí 254.794 millones de euros, un volumen de negocio que en un año renta más de 9.500 al 3,75%.
El BCE protege más del 90% de la inversión de los bancos
Según Cepyme, las debilidades de la industria hacen prever un otoño complicado para la actividad empresarial
Ese volumen llegó a ser de 370.865 millones de euros en diciembre, mientras que la media del último año se sitúa en 223.704 según los datos del Banco de España, que sitúan la inversión del conjunto de la banca europea por encima de los cuatro billones de euros y elevan a más de 150.000 el coste que esa medida tendrá para el BCE.
Esa cifra, que por pasiva coincide con la ganancia que obtendrán los bancos como consecuencia de la activación de esa "facilidad de depósito", ha llevado al BCE a anunciar una medida restrictiva para las entidades financieras, aunque más cosmética que efectiva en la práctica.
A partir del 20 de septiembre dejará de remunerar la parte de esas aportaciones correspondiente a las reservas obligatorias, que en el caso de la banca española ascienden a unos 16.000 millones de euros, con lo que la medida afecta a algo más del 6% de los depósitos de junio y poco más del 7% de la media de las aportaciones del último año y deja a salvo más del 92% de la inversión.
"Parece lógico no aplicar esa remuneración a las reservas obligatorias. Han intentado dulcificarlo, pero el estímulo con el resto sigue siendo descomunal", anota Sánchez Mato, quien llama la atención sobre los previsibles efectos de esas medidas de restricción del crédito en la economía real.
"Lo que están buscando es una recesión. Y están generando endeudamientos elevados a corto, medio y largo plazo. El funcionamiento de las empresas, especialmente de las pymes, se va a ver claramente afectado por esa política, que va a suponer menos actividad y menos empleo si se mantiene en el tiempo", añade.
"Las debilidades que muestra la industria, junto a la caída del gasto en el consumo final de los hogares y los efectos de la restricción y el endurecimiento del crédito hacen prever un otoño complicado para la actividad empresarial y, por tanto, para la evolución del empleo", advertía este miércoles Cepyme.
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