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Empleo Un empresario de Llanera acepta seis meses de cárcel por humillar y vejar a un empleado

Deberá pagarle una indemnización de 13.000 euros por insultos como "mentecato, cara pijo, mierda, cretino y basura". La víctima sufrió un cuadro de reacción ansiosa-depresiva debido a una situación de estrés laboral, según el informe médico.

Un paraje de Llanera, en Asturias, difundido por la web de turismo local. / LLANERA.ES

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Un empresario de Llanera ha aceptado este lunes la pena de seis meses de prisión y el pago de una indemnización de 13.000 euros por un trato "humillante" y "vejatorio" a un empleado. El juicio estaba señalado para este lunes, 28 de enero, en el Juzgado de lo Penal número 3 de Oviedo, pero no se llegó a celebrar al aceptar el procesado los hechos y llegar a un acuerdo, según han informado fuentes de la Fiscalía.

La víctima y demandante prestó servicios laborales por cuenta ajena para una mercantil en San Cucao de Llanera desde el día 3 de diciembre de 2012. En mayo de 2015 pasó subrogado a otra mercantil, con idéntica sede social y estando bajo la dirección en todo momento del acusado.

Así, el acusado, abusando de su superioridad dada su condición de empleador, ya que gestionaba y dirigía ambas mercantiles, como representante legal y administrador único, de forma casi diaria, continúa y no justificada, sometió a la víctima a un trato vejatorio, hostil y humillante, profiriéndole repetidos insultos tanto en persona como por vía telefónica como "hijo de puta, gilipollas, mentecato, que den por el culo, te voy a romper la cabeza, me cago en tu puta madre, eres un mierda, auténtica mierda, una basura, cabrón, cara pijo, imbécil, lárgate de aquí, vas a durar muy poco, eres un cretino, te quiero perder de vista para toda mi puta vida, perfecto imbécil, tendrás tu merecido", y otras de idéntica o semejante naturaleza.

Este comportamiento finalizó con el despido de la víctima el 15 de junio de 2015, alegando la empresa causas objetivas para la extinción de la relación laboral, petición que fue desestimada, siendo declarado improcedente el despido por sentencia firme dictada por el Juzgado de lo Social número 3 de Oviedo el 14 de octubre de 2015.

Como consecuencia de los hechos, la víctima sufrió en febrero de 2017 un cuadro de reacción mixta ansioso-depresiva reactiva a una situación de estrés laboral ya iniciada en el año 2011, todo ello conforme a informe médico-forense.

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