El beneficio neto de la eléctrica Endesa registró un aumento interanual del 75,7% en el primer trimestre, hasta los 594 millones de euros, cuando la caída de los precios del gas ayudó a compensar el impacto del nuevo impuesto extraordinario para las energéticas. La eléctrica española,  propiedad del gigante energético italiano Enel, abonó en el trimestre 208 millones por el impuesto, según ha informado la compañía.

La empresa ha recurrido ante la Audiencia Nacional el gravamen temporal del 1,2% sobre las ventas de las eléctricas, que considera "discriminatorio e injustificado".

Los ingresos de la eléctrica en el periodo de enero a marzo ascendieron a 7.504 millones de euros, un 1,2% inferiores a las obtenidas en el primer trimestre de 2022.

El resultado bruto de explotación (Ebitda) se situó a cierre de marzo en los 1.462 millones de euros, un 60% superior al mismo periodo del año pasado.

Con estos resultados, la energética confirmó además en este primer trimestre sus objetivos para el conjunto del año 2023, que aspiran a un Ebitda en la horquilla de entre 4.400-4.700 millones de euros y a un beneficio neto ordinario de entre 1.400-1.500 millones de euros.

A este respecto, el consejero delegado de  la eléctrica, José Bogas, señaló que la empresa confía en cerrar 2023 en la parte alta de sus objetivos para el ejercicio, tras un primer trimestre "extraordinario" que prevé que se normalice en lo que resta de año.

Bogas indicó que la compañía se siente "muy cómoda" con su guidance para el conjunto del año, aunque se aventuró a decir que los resultados finales podrían estar en el "rango alto", mostrándose, eso sí, "cautelosos" y esperando a "ver cómo evoluciona el año".

A favor de la propuesta de Bruselas

Por otra parte, Bogas se mostró a favor de la reforma del mercado propuesta por Bruselas, ya que "necesitamos una reforma del mercado porque el mix de generación está cambiando mucho", dijo.

En este sentido, subrayó que "si al final de este viaje todas las tecnologías son tecnologías inframarginales o renovables, necesitamos tener un mercado diferente".

Lo que sí que consideró clave es que las reformas sean "homogéneas a nivel europeo" y que cuenten con "el más alto grado de consenso". Por lo tanto, eso significa que no se debe poner en marcha ninguna solución en particular porque, en nuestra opinión, esto podría romper el mercado", añadió.