Este artículo se publicó hace 2 años.
Funcas deja el crecimiento del PIB de 2023 en sólo el 0,7%
La Fundación de las Cajas de Ahorro mejora levemente el crecimiento de 2022, pero adelante de que la economía puede vivir un breve episodio de recesión técnica en el primer trimestre del próximo año.
La Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas) anticipa una intensa desaceleración de la economía española, cuyo crecimiento estará el próximo año por debajo del 1%, lo que la coloca entre las previsiones menos favorables de entre los diversos analistas públicos o privados.
Funcas calcula el Producto Interior Bruto (PIB) crecerá en 20033 apenas un 0,7%, esto es, 1,3 puntos menos que en su anterior estimación, debido a que espera una mayor debilidad de la demanda nacional (consumo e inversión) consecuencia de la prolongación de la crisis energética y de una elevada inflación, según recoge en sus ultimas previsiones.
El crecimiento del PIB estimado por Funcas es sólo una tercera parte del previsto por el Gobierno, que calcula un alza del 2,1%. Es también inferior a la de otros organismos, como el Banco de España, que lo deja en el 1,4%, o del FMI, en el 1,2%.
Durante la presentación de las previsiones actualizadas, el director de Coyuntura y Economía Internacional de Funcas, Raymond Torres, ha explicado que todavía se espera un crecimiento significativo para 2022, del 4,5%, unos 0,3 puntos más de lo anteriormente calculado, pero que desde el tercer trimestre del año las señales de debilitamiento se han multiplicado.
El director general de Funcas, Carlos Ocaña, ha dicho que el PIB previsiblemente se contraerá ya en el cuarto trimestre de este año y en el primer trimestre del próximo, lo que daría lugar a un breve episodio de recesión técnica, si bien para el segundo semestre de 2023 ya se espera una moderación de la inflación que generará un clima más propicio al gasto.
Torres ha detallado que el gasto de los hogares está cada vez "más constreñido" por la pérdida de poder adquisitivo en un contexto en el que va quedando poco margen para una reducción adicional de la tasa de ahorro, mientras que los costes de las empresas, y en particular la industria, siguen afectados por la crisis energética derivada de la invasión de Ucrania.
También se desacelerará la inversión por la incertidumbre global y el deterioro de la economía europea, de modo que la demanda interna solo aportará al PIB medio punto (1,5 puntos menos que en la anterior previsión).
La contribución del sector exterior aún será ligeramente positiva, dos décimas frente a ninguna esperada en julio.
El mercado laboral acusará la desaceleración, pero sin revertir la recuperación de los últimos meses, con la previsión de que se creen 220.000 empleos netos entre el segundo trimestre de este año y el último de 2023, en términos desestacionalizados y equivalentes a puestos a tiempo completo.
Este leve crecimiento será suficiente para evitar un fuerte repunte del desempleo similar a lo ocurrido en recesiones anteriores, con una tasa de paro que rondará el 12% hasta finales de 2023.
El déficit público bajará este año por los estabilizadores automáticos y la inflación, pero Funcas prevé que en 2023 apenas se avance en la consolidación fiscal, con un déficit del 4,4% del PIB, valor cercano a su nivel estructural.
Ocaña ha considerado que "con una economía que todavía seguirá creciendo pero en un contexto de menor apoyo del BCE y de subida de tipos de interés, la política fiscal debe emprender una senda de corrección de los desequilibrios presupuestarios".
Para la Eurozonaeuro, Funcas prevé una contracción del PIB el 0,2% en 2023, dado que es previsible que algunos países europeos tengan que racionar el gas, un riesgo que no se vislumbra en el caso de España.
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