La inflación ha escalado en marzo hasta el 9,8% respecto al mismo mes del año anterior, 2,2 puntos por encima de la tasa registrada en febrero (7,6%) y la más alta desde 1985, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Los datos adelantados este miércoles correspondientes al índice de precios de consumo (IPC) reflejan que este significativo aumento se debe a las subidas generalizadas en la mayoría de sus componentes, sobre todo de la electricidad, los carburantes y combustibles, y los alimentos y bebidas no alcohólicas.

La inflación subyacente, que no incluye elementos volátiles como alimentos frescos ni energía, registró un repunte de cuatro décimas en marzo, hasta colocarse en el 3,4%, la más alta desde septiembre de 2008. Por su parte, la variación mensual estimada del Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) es del 3,9%.

Los precios de consumo suman 13 meses al alza, desde marzo de 2021, una senda solo interrumpida en enero, cuando la inflación se moderó 4 décimas (al 6,1 % interanual).

Sánchez atribuye a la guerra el "73%" de la subida del IPC

Los precios de los combustibles han influido en buena medida en el repunte del IPC en marzo, a la espera de que el INE publique la información detallada de este indicador el próximo 13 de abril.

El precio medio del gasóleo en las gasolineras españolas se situaba el martes en 1,849 euros por litro, un 23,59% por encima del registrado en la última semana de febrero, según datos del Geoportal del Ministerio de Transición Ecológica y el Reto Demográfico. El encarecimiento de las gasolinas ha estado marcado por la cotización al alza del precio del petróleo Brent, que aumentó un 6,52 % en marzo. 

Por su parte, el precio medio de la electricidad de este mes en el mercado mayorista es de 284,77 €/MWh, un 19% más que el de diciembre, el mes más caro de la historia.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha destacado que el repunte de la inflación "es un mal dato" que afecta a la economía y a la sociedad española, "en particular a los colectivos más vulnerables", y que "en un 73%" es atribuible al impacto de la guerra en Ucrania.

"En un 73% se explica por el desbocado precio de la energía y los alimentos no elaborados, todo ello exacerbado por la guerra de Ucrania", ha afirmado durante su comparecencia en el pleno del Congreso de los Diputados.

La inflación continúa a la alza en toda Europa

Aunque la subida de los precios comenzó el año pasado, mucho antes de que Rusia desatara la guerra en Ucrania, es cierto que la invasión ha agravado la situación y ha obligado a actualizar al alza las perspectivas de inflación para este año.

El pasado mes de febrero, el panel de economistas de Funcas revisaba más de dos puntos al alza su expectativa de IPC promedio de 2022, hasta el 5,4%, mientras el Banco Central Europeo (BCE) se mostraba más pesimista y elevaba su pronóstico al 5,1%, incluso al 7,1%, si el conflicto se enquista.

Antes de la guerra, el BCE atribuyó esta subida constante de la inflación en Europa a tres motivos: la recuperación de las economías europeas tras la pandemia, la subida en los precios de la energía y lo que los expertos llaman un efecto base.

No obstante, la entidad financiera afirmó que actualmente la mitad del aumento de la inflación se debe a la desproporcional escalada de los precios de la energía: "Es un efecto que se está notando en todo el mundo". Según los datos de Eurostat, España volvería a superar la media de inflación de la UE si se cumple la previsión del 6,7% para este mes de marzo y la de la Eurozona (del 6,2%). 

España, hacia un nuevo marco energético

El Gobierno liderado por Pedro Sánchez ha anunciado este lunes un Plan de recuperación económica por los efectos de la guerra en Ucrania moverá un total de 16.000 millones de euros. 6.000 millones serán a través de ayudas directas y rebajas de impuestos.

Entre otras medidas, el decreto del Ejecutivo contempla limitar el precio de los alquileres y una bonificación en los combustibles de 20 céntimos por litro (unos 10 euros por depósito). El objetivo, repartir equitativamente los costes de esta crisis. En relación con el problema energético, el Gobierno continúa trabajando en la "excepción ibérica" para España y Portugal.