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La presión de los oligopolios Las grandes eléctricas pierden más de 600.000 clientes en tres años mientras las pequeñas compañías captan otro millón

El hartazgo de los consumidores, y especialmente de las empresas, por las condiciones económicas y de servicio de los emporios que llevan décadas controlando el mercado de la electricidad en España provoca una incesante migración hacia nuevas ofertas y les hace perder más de ocho puntos de cuota de mercado.

Una torre eléctrica
Una torre eléctrica. Portal Jardín / Pixabay (CCO),

"Conviene desmitificar toda esa idea asociada a los beneficios de la competitividad de las empresas en el mercado: es totalmente falso que las empresas puedan autorregular el mercado y que las dinámicas de concentración pudieran llevar a beneficios para el consumidor", explica Pedro Ramiro, coordinador de OMAL, el Observatorio de Multinacionales de América Latina, que anota que "en realidad ocurre lo contrario".

"Lo que estamos viendo es que la concentración de empresas en cada vez menos manos está llevando a procesos de control de precios, a dinámicas de cartel, a reducir la inversión en la producción de los bienes y servicios de esas compañías y, con ello, al empeoramiento del servicio y a una dinámica de mayor precarización, de deslocalización y de devaluación de la fuerza de trabajo", añade.

Endesa y Naturgy, siguen controlando más del 80% del mercado un sector en el que operan 642 empresas

El análisis es aplicable al sistema eléctrico español, en el que tres compañías, Iberdrola, Endesa y Naturgy, siguen controlando, aunque con notables pérdidas de clientes en su segmento libre, más del 80% del mercado un sector en el que operan 642 empresas, 328 distribuidoras y 314 comercializadoras: la primera, de origen privado, acapara más de un tercio del total, una cartera similar a la de la segunda, que acabó en manos de la sociedad pública italiana Enel tras un largo proceso de fusión de firmas públicas para después privatizarla, más de un cuarto.

Ramiro se refiere a la tercera, Naturgy, que gestiona algo más de un octavo, como un "buen ejemplo de estas dinámicas de concentración empresarial, ya que es la antigua Unión Fenosa fusionada con Gas Natural, una compañía pública que se fue privatizando y que durante mucho tiempo ha sido participada por Repsol y por CaixaBank".

Esta última firma, que también opera en el sector gasista, es un claro ejemplo de otro de los factores que se repiten en buena parte de la gran empresa en España como es la toma de posiciones por fondos de inversión, que en este caso ya controlaban dos tercios de las acciones antes de que IFM presentara su OPA sobre el 22% de ellas.

Compañías "principales" y "dominantes"

El grupo EDP/Total, que suministra a un 3,9% de los usuarios, completa con esas tres firmas lo que la CNMC (Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia) denomina "operadores dominantes" y "principales"  del sector eléctrico, algunos de los cuales, como Iberdrola, Endesa y Naturgy, también lo son, junto con Repsol y Cepsa, en el del gas natural.

Las grandes compañías están perdiendo clientes en el mercado libre con un ritmo creciente que alcanza los 623.000 en tres años

"Estas compañías han formado una especie de cartel, no ya un oligopolio, porque también han aplicado políticas de control de precios en la factura de la luz, en el mercado eléctrico en definitiva", anota Ramiro, que recuerda cómo los procesos de concentración que en las últimas cuatro décadas se han dado en el tejido empresarial español, y dentro de él también en el eléctrico, "sigue el mismo patrón de las grandes empresas a nivel global. El caso español no es sino un ejemplo de esa tendencia global que, a partir de la segunda guerra mundial, ha llevado a una concentración cada vez más clara y más acelerada de los grandes conglomerados económicos y financieros en todos los sectores".

Sin embargo, todo apunta a que esos hábitos comerciales y de prestación del servicio están comenzando a pasarles factura, según indica un reciente informe de la CNMC sobre el mercado eléctrico, ya que las grandes compañías están perdiendo clientes en el mercado libre con un ritmo creciente que alcanza los 623.000 en tres años y que se concentrada en 2019 (-207.274) y 2020 (-417.843).

En ese mismo trienio, las pequeñas comercializadoras crecían en 1,7 millones de usuarios, lo que viene a significar que estas últimas han captado el grueso de los 660.332 consumidores que salieron del mercado regulado, que cayó a 10,9 millones, para engrosar con nuevas incorporaciones el millón largo que ha crecido el libre, que llega a los 18,78, además de atraer a varios cientos de miles de usuarios de este último sector.

En ese mismo trienio, las pequeñas comercializadoras crecían en 1,7 millones de usuarios

"A 31 de diciembre de 2020, los cuatro grupos comercializadores con mayor cuota suministraban el 77,7% del total de los puntos de suministro del mercado libre" cuando "tres años antes suministraban el 86%", señala el informe, que anota cómo en esos tres años la cuota de mercado del resto de operadores pasaba del 14% al 22,3%, de 2,5 a 4,2 millones de usuarios.

El grupo de las pequeñas, no obstante, está encabezado por una que no lo es tanto como Repsol, que cerró 2020 con una cuota de mercado del 3,7%. Le siguen Fenie (2,2%), CIDE HC (cuota del 2%), Audax (1,3%), Holaluz (1,2%), Aldro (1,2%), Alterna (0,8%), Som Energia (0,6%) y Factor Energía (0,5%), con crecimientos superiores al 40% en el caso de Aldro y Factor.

El dominio del mercado y los beneficios millonarios

Las cuatro grandes, por otro lado, se reparten prácticamente por completo el mercado regulado, en el que una de ellas es la líder en cualquier comunidad autónoma salvo en Cantabria, donde ese puesto lo ocupa Repsol con un 28,7%.

El control de ese segmento resulta clave para que las cuentas de resultados de las tres principales, Iberdrola, Endesa y Naturgy, siguieran creciendo a un ritmo de 700.000 euros por hora en los últimos meses pese a la tormenta de precios en los mercados mayoristas.

Si se tienen en cuenta la totalidad de los contadores, "tanto el Grupo Endesa como el Grupo Iberdrola, con 10 millones de puntos de suministro aproximadamente, obtienen la mayor cuota integrada del mercado (33,7%), seguida por el Grupo Naturgy con 4,1 millones (13,7%)", señala el informe de la CNMC.

La suma de esas cuotas, que alcanza un 81,1%, convive con "unas pérdidas de clientes en los últimos tres años de 625.000, 155.000 y 575.000, respectivamente", añade el documento. Una parte de esas mermas responde a trasvases de usuarios entre ellas.

El Grupo Total, que en diciembre del año pasado se hizo con las comercializadoras de EDP, tenía al cierre del año "una cuota del 3,9% con cerca de 1,2 millones de puntos de suministro", reseña.

Las grandes eléctricas pinchan en las empresas

Las eléctricas del oligopolio tienen un claro problema de competitividad en el ámbito empresarial, en el que las pequeñas comercializadoras llevan camino de darles el sorpasso: la relación es, en números redondos, de 79 a 21 en el segmento doméstico-comercial, de 58 a 42 en el de las pymes y de 64 a 36 en la industria.

Las eléctricas del oligopolio tienen un claro problema de competitividad en el ámbito empresarial

"Al producirse una menor concentración [de los clientes], se aprecia una mayor competencia en estos dos últimos segmentos", apunta el informe de la CNMC, que reseña como "el 95% de los puntos de suministro del mercado libre se circunscriben en el segmento doméstico y comercial".

Las comercializadoras de pequeño tamaño que con más fuerza están entrando en los sectores productivos son Audax (cuota de mercado del 4,7% en pyme y del 2,8% en industria), Aldro (4,5% y 2,1%), Fenie (3,6% y 2,5%), Factor (2,5% y 0,7%) y Repsol (2% y 0,9% en industrial), seguidos por Nexus (1,5% y 2,1%) y EDP (1% y 4,1%).

Los clientes de ambos sectores se concentran en el mercado libre, con 783.985 por 10.384 del regulado entre las pymes y de 111.949 frente a 894 en el de la industria.

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