La multinacional Repsol anunció este viernes que transmitirá a la compañía estatal vietnamita Petrovietnam sendas participaciones en sendos bloques exploratorios que se encontraban bloqueados desde hace años por las presiones de China, entre ellos el proyecto de Ca Rong Do.

La presencia de Repsol en el país asiático se ha visto empañada por las disputas entre Vietnam y China sobre parte de las aguas del llamado mar de China meridional que baña estos bloques. En 2018, PetroVietnam pidió a Repsol paralizar uno de los proyectos vietnamitas en alta mar por la presión de Pekín,  el llamado Ca Rong Do.

Ya anteriormente, en julio de 2017, PetroVietnam había pedido a Repsol cesar las actividades de perforación en otros bloques exploratorios también localizados en el mar del Sur de China.

Así, la petrolera española transmitirá sus participaciones del 51,75% en el bloque 07/03 PSC y del 40% en los bloques 135-136/03 PSC, informó la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). De esta manera, Repsol desbloquea el conflicto que tenía abierto con PetroVietnam por la situación de estos bloques y aligera su exposición en Vietnam, un país considerado de riesgo.

El grupo presidido por Antonio Brufau indicó que prevé que la operación, que está alineada con los objetivos de su plan estratégico y sujeta a autorizaciones administrativas, se cierre durante este ejercicio. Asimismo, señaló que la transacción no tendrá un impacto significativo en sus estados financieros.

En su informe financiero correspondiente al primer semestre del año pasado, la petrolera ya indicaba que el alcance de la suspensión de las actividades en Vietnam todavía no se había determinado y subrayaba que estaba trabajando con PetroVietnam "para encontrar fórmulas de actuación que satisfagan los intereses de ambas partes y que permitan alcanzar una solución amigable a este conflicto".

No obstante, con vistas a mantener abiertas todas las posibles puertas para una solución satisfactoria en el conflicto, Repsol comunicó que había iniciado la vía arbitral en defensa de sus derechos, ya que consideraba que contaba con "sólidos fundamentos legales para reclamar ser compensado por los perjuicios que se pudieran derivar de esta situación, así como buenas perspectivas de éxito, tanto en la reclamación como en la recuperación de los daños".