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La salida de la crisis confirma la creciente desigualdad: las familias con más recursos han ahorrado 45.000 millones en plena ola inflacionista

Los datos sobre los depósitos bancarios ratifican el intenso avance de la desigualdad en España, donde el dinero que los hogares con más recursos guardan en sus cuentas crece a un ritmo desconocido mientras el alza de precios asfixia a las economías más precarias.

Un semáforo en rojo, cerca del edificio del Banco de España, en la confluencia del Paseo del Prado y la madrileña calle de Alcalá, en Madrid. E.P./Eduardo Parra
Un semáforo en rojo, cerca del edificio del Banco de España, en la confluencia del Paseo del Prado y la madrileña calle de Alcalá, en Madrid. Eduardo Parra / Europa Press

Se trata de la enésima muestra de lo que economistas y sociólogos denominan salida en K de una crisis por lo alegórico de los brazos de esa letra, que actúan como metáfora visual de una gráfica cuyas dos líneas siguen progresiones tan opuestas, una hacia arriba y otra hacia abajo, como pronunciadas. El nivel de ahorro de los hogares más pudientes del país está creciendo a un intenso ritmo de casi 5.000 millones de euros al mes desde septiembre (4.871), en un fenómeno que se está dando de manera simultánea a una desbocada escalada de precios de los productos básicos que está provocando la asfixia de las economías familiares más precarias, baqueteadas después de haber soportado dos crisis previas.

Los datos del Banco de España cifran en 966.152 millones de euros el dinero que los hogares y las entidades sin ánimo de lucro, a las que no les corresponderían más de 1.500, tenían depositado en las entidades financieras al cierre del mes de febrero, una cifra que supera en 24.355 a la de septiembre, mes en el que la subida de precios comenzó a desbocar el IPC (Índice de Precios de Consumo), y en 45.605 a la de un año antes, lo que sitúa el ritmo de crecimiento del ahorro en 3.800 millones mensuales.

El registro supera en un volumen similar al del cierre de 2020 (920.299 millones), cuando el recorte de las opciones de movilidad y de consumo por las restricciones asociadas a la pandemia dispararon el ahorro a volúmenes desconocidos en España, aunque en esa fase conviviendo también con situaciones de angustia financiera provocadas por la crisis económica derivada de la sanitaria y paliadas en parte por el escudo social, pero rebasa en 111.467 los 854.685 anotados al acabar 2019.

Los recursos colocados en plazos fijos se han reducido prácticamente a la mitad en apenas dos años

Ese aumento del ahorro de las familias a lo largo del último año, que se concentra en el dinero depositado en cuentas mientras los recursos colocados en plazos fijos se han reducido prácticamente a la mitad en apenas dos años (140.498 millones en diciembre de 2019, 74.124 en febrero de 2022), en unos casos por decisiones estratégicas ante su baja rentabilidad y en otras por la necesidad de disponer de esos recursos, duplica con creces al aumento de depósitos de las empresas (20.200) y cuadruplica de paso el de las administraciones (10.200), según los datos del Banco de España.

La diferencia con el resto de operadores del ámbito financiero, como los fondos de pensiones, los seguros o las entidades de inversión colectiva como las sicav, es de varias decenas de veces, mientras que tanto los fondos de titulización como las entidades de contrapartida que gestionan fondos de inversión y acciones registraron pérdidas en su conjunto: 24.100 millones en el primer caso y 900 en el segundo.

El nivel de ahorro doméstico más alto de la historia

"La tasa de ahorro de los hogares españoles alcanzó su nivel más alto desde una perspectiva histórica durante la segunda mitad del año pasado, hasta superar el 22,3 % de su renta disponible", explica José Luis Martínez, portavoz de Aebanca, la patronal del sector bancario español, que apunta que "buena parte del destino de este volumen de ahorro está por definir" aunque una parte se dirige a la vivienda.

"En España más del 40% de los activos financieros de las familias está en efectivo y depósitos. Y esta cifra es más una norma que una excepción cada vez más en Europa", anota Martínez, para quien tras el aumento del 6,7% interanual de los fondos ingresados en las entidades financieras de la UE en febrero que relató hace unos días en BCE (Banco Central Europeo) "está el aumento del 5,1 % de los depósitos de las familias y del 7,7% de los depósitos de las empresas".

Esa evolución creciente del ahorro convive con un deterioro de la situación económica que afecta a estratos cada vez más amplios de la sociedad

¿A qué se debe ese nivel de ahorro? David Pac, sociólogo de la Universidad de Zaragoza experto en consumo, apunta dos hipótesis: por una parte, señala, "es posible que situaciones como la creada por la guerra de Ucrania provoquen el aplazamiento de decisiones sobre la adquisición de bienes duraderos, como pueden ser vehículos y viviendas, a la espera de ver cómo evoluciona"; y, por otra, "en tiempos de incertidumbre la gente tiende a ser conservadora en sus decisiones" y opta por contemporizar y dejar en suspenso los movimientos económicos de calado.

Sin embargo, esa evolución creciente del ahorro convive con un deterioro de la situación económica que afecta a estratos cada vez más amplios de la sociedad. Es decir, que se está dando una fractura que empuja hacia capas superiores a una parte de los hogares con mayor nivel de renta y hacia las inferiores a quienes perciben menos ingresos, en un proceso que comenzó a hacerse patente con la crisis posterior al estallido de la burbuja inmobiliaria y que se ha intensificado con las de la pandemia y el alza de precios.

En este sentido, una reciente encuesta de la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios), cifra en el 66% el porcentaje de hogares que el año pasado tuvieron dificultades para ahorrar algo de dinero a fin de mes, seis puntos por encima de la estimación de final de 2020.

Casi a la mitad de las familias les cuesta llenar la nevera

"La creciente subida del IPC al 9,8% va a deteriorar si cabe aún más la ya complicada situación económica de miles de familias, muy debilitada desde el inicio de la pandemia. De hecho, el daño económico sufrido en 2020 se agravó durante 2021", señala la entidad, que expone datos inquietantes como el 43% de encuestados que confiesa que le resultan "difíciles de afrontar" gastos como "el pago de los suministros de gas, luz y agua", porcentaje que alcanza el 31% con "alimentos básicos como la carne y el pescado".

El daño económico sufrido en 2020 se agravó durante 2021

"Acudir al dentista o a la óptica supone un importante esfuerzo económico para el 46% y el 31% de las familias", añaden las conclusiones de la encuesta. "La clave para analizar esta situación está en la diferencia de ingresos", explica Pac, que destaca cómo "el 20% de las familias con menor renta son al mismo tiempo las de menor capacidad de ahorro y las que más han sufrido el descenso de ingresos, y son también a las que más les repercute la subida de los precios de bienes y servicios básicos como los alimentos, la energía y el transporte".

Por el contrario, anota, los estratos con mayor renta y capacidad de ahorro "son también los que menor porcentaje de esos ingresos dedican, por ejemplo, a la alimentación". "Las crisis han afectado con mayor intensidad a quienes tienen menores rentas", anota.

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