Este artículo se publicó hace 3 años.
Telefónica, Orange y Vodafone afrontan recortes de más de 4.000 empleos
Las tres principales operadoras de telecomunicaciones han perdido más de 23.000 puestos de trabajo en la última década.
Belén Molleda (EFE)
Madrid-
Las principales telecos (Telefónica, Vodafone y Orange) han impulsado en España en seis meses ajustes de empleo para casi 4.000 personas a fin de encarar la competencia de precios en un sector, que, según datos aportados por los sindicatos, en la última década ha perdido 23.000 empleos.
Telefónica es la última de las tres grandes telecos en España que ha planteado ajustes de plantilla, con un Plan de Suspensión Individual (PSI) de empleo para mayores de 54 años, que está en fase de negociación y al que se podrían adherir hasta 2.753 personas en el caso de que se cierre el acuerdo para un plan que sería el segundo que pone en marcha en dos años.
Estos 2.753 de Telefónica se sumarían a los 400 despidos voluntarios de Orange en España, ya acordados hace medio año, y a las 409 salidas de Vodafone España, pactadas este otoño, según datos aportados por las telecos y los sindicatos.
Los tres operadores coinciden en que la situación del sector, aquejado por una fuerte competencia en precios, les ha llevado a una pérdida paulatina de ingresos, en un contexto de transformación digital, en el que se ven abocados a hacer importantes inversiones. Solo este año se han gastado 1.000 millones en espectro 5G.
Telefónica justifica estos ajustes, según ha puesto de manifiesto en la negociación con sindicatos (que proseguirán el jueves de esta semana), en la necesidad de un reciclaje continuo por parte de los trabajadores para que las empresas sigan siendo competitivas.
Se necesitan perfiles especializados referentes en su actividad y perfiles transversales con nuevas competencias y habilidades, alega.
Las tres telecos son partidarias de que se produzcan operaciones de consolidación de empresas en España, donde hay cinco operadores fuertes.
"Obsesión" por la competencia
La "obsesión de reguladores y legisladores (nacionales y europeos) de promover la competencia sobre precios ha esquilmado el sector", afirman desde UGT.
"Los datos no pueden ser más contundentes: mientras la cesta de la compra aumentó su coste un 45% desde 1998, los precios de los servicios de telecomunicaciones bajaron un 30%", apuntan.
En consecuencia, los ingresos totales del sector han descendido en 10.000 millones de euros en una década (un 22% desde 2008), lo que supone dejarse por el camino casi un 1% de producto interior bruto español, según sus datos.
Las consecuencias sobre el empleo de esta fallida regulación no pueden ser más dramáticas: 41.000 puestos de trabajo destruidos, 23.000 de ellos sólo en la última década, según UGT.
Todo esto viene ocurriendo mientras un 60% de los españoles afirma que no podría vivir sin internet y a pesar del consenso unánime sobre que las telecomunicaciones han salvado nuestra economía durante esta pandemia, añaden.
Los datos que maneja DigitalES, la patronal del sector digital y que agrupa a las principales telecos del país no son mejores.
La directora de regulación y asuntos públicos de DigitalES, Carmen Sánchez, manifestó esta misma semana que en la última década el sector había sufrido un descenso de ingresos de más de un 30%.
Estos ajustes de empleo los han puesto en marcha las tres telecos sin contar con que el año que viene tendrán que seguir pagando la tasa de RTVE que les supondrá unos 128 millones de euros y con lo que no contaban.
"Estamos en una situación complicada y un momento fundamental, con retos muy relevantes. Este sector ha asumido una serie de obligaciones recogidos en una hoja de ruta que, si no se cumplen, los compromisos pueden peligrar", advierte Carmen Sánchez.
Una década de ajustes de plantilla
Desde 2011, las tres telecos han puesto en marcha planes de ajustes de empleo para unas 20.000 personas.
Telefónica, con unos 13.700 empleados afectados, 16.453 si se incluyen los que se están negociando, ha sido el que más medidas de regulación de empleo ha aplicado desde 2011, cuando planteó un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para unas 5.000 personas.
Además, el principal operador de España puso en marcha otros dos planes de suspensión individual de empleo, uno en 2016 y otro en 2019 para unas 8.700 personas.
Por su parte, Vodafone España, no siempre con acuerdo, ha planteado cuatro ERE en esta década, incluido el último para 400 personas. En total, alrededor de 3.000 empleados se han visto afectados por estos ajustes.
Por su parte, Orange ha aplicado dos expedientes de regulación de empleo: uno en 2016 para 467 personas y otro este año.
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