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Jordi Borràs: "Sin los testigos estoy convencido de que mi palabra no hubiera valido nada frente a la de un policía"

El fotoperiodista Jordi Borràs.
El fotoperiodista Jordi Borràs.

El fotoperiodista Jordi Borràs ha logrado después de tres años y medio que se cierre la causa por la agresión que sufrió por parte de un miembro de la Policía Nacional. El agente, afiliado a Vox, ha aceptado un año de prisión y ha reconocido que se trató de una agresión por motivos ideológicos.

Jordi Borràs (Barcelona, ​​1981) es fotoperiodista especializado en la extrema derecha. Sin embargo, desde hace años no puede cubrir manifestaciones y actos de estos grupos en Catalunya por las amenazas y agresiones que ha sufrido. En julio de 2018, cuando salía de cubrir un acto en el Ateneu Barcelonès, en el barrio Gòtic de Barcelona, ​​un agente de la Policía Nacional fuera de servicio y afiliado a Vox le agredió a gritos de "Viva España" y "Viva Franco". Después de tres años y medio, Borràs ha logrado que se cierre la causa.

Borràs: "Cualquier estado con vocación democrática no puede permitirse tener una persona así ejerciendo de policía"

Este martes, en el último acto de conciliación previo al juicio, el policía, que es inspector de la Brigada de Información en Barcelona, admitió la agresión y la motivación ideológica, y tendrá que pagar 7.000 euros a Borràs. La pena de un año de prisión ha quedado suspendida con tal de que el inspector siga un curso de derechos humanos y de contención de los impulsos violentos. El policía denunció que Borràs le había agredido inicialmente, pero finalmente retiró la denuncia, que la Fiscalía tampoco se creía.

Borràs se muestra escéptico de que esta "victoria moral" le repercuta a la hora de sentirse más seguro ante las coberturas de la extrema derecha, y también de que tenga consecuencias sobre la presencia de grupos de extrema derecha en el interior de las fuerzas de seguridad. Sin embargo, afirma que llegará hasta el final para que este agente no vuelva a ejercer: "Cualquier estado con vocación democrática no puede permitirse tener una persona así ejerciendo de policía".

¿Cómo se siente después de haber cerrado esta causa, que ha durado tres años y medio?

Estoy muy contento. Después de todo este tiempo, lo cierto es que no me esperaba ese giro de guion.

¿La aceptación de lo que pidan no estaba acordada previamente?

En los últimos días las partes habían hablado y no quería acceder a ninguna de nuestras demandas. Yo iba convencido de que nos señalarían fecha para el juicio.

¿Y qué cree que ha motivado el cambio?

Borràs: "Sin los testigos estoy convencido de que mi palabra no hubiera valido nada frente a la de un policía"

Ha sido sorprendente, no nos lo esperábamos. Entraron las defensas y vino Carla (Vall, su abogada) y me dijo que aceptaban nuestra acusación, lo que pedíamos, y retiraban la denuncia. Está claro que si lo han aceptado es porque no tenían nada que hacer. 

Afortunadamente hubo testigos, sin ellos estoy convencido de que mi palabra no hubiera valido nada frente a la de un policía.

¿Cree que esto le servirá de punto de inflexión para volver a cubrir actos y manifestaciones de la extrema derecha?

Lo dudo mucho. Durante todos estos años no he podido. Sigo recibiendo amenazas. De hecho, estos días, en algunos tuits sobre esto. De forma totalmente impune. Es algo habitual, normalizado. Nunca se me ha ofrecido cubrir actos de extrema derecha y que la policía garantice mi derecho a la cobertura periodística. No están ya sólo vulnerando mi derecho sino el de la ciudadanía a tener una información libre. Las últimas veces he tenido que irme aunque hubiera cordones policiales: se me ha agredido ante la Policía y no han actuado. 

Tenemos un grave problema. Desgraciadamente, ahora mi cara volverá a ser titular y volveré a recibir amenazas. Y sin embargo, lo que ha costado llegar a una condena de ese estilo. No es el primer juicio ni será el último; tengo dos pendientes. Pero las victorias se cuentan caras.

¿Cree que este resultado puede tener repercusiones en la garantía del derecho a la información?

Borràs: "Ahora mi cara volverá a ser titular y volveré a recibir amenazas"

No lo sé. Creo que es más bien una victoria moral. A mí se me acusó de mentir, presuntos medios de comunicación dijeron que había agredido a un policía mientras gritaba "puta Policía" y "puta España". Y no han rectificado. Esto deontológicamente es criminal. Lo que sí creo que siente un precedente importante es que se haya demostrado que se trató de una agresión de carácter ideológico de un agente de la Policía Nacional contra un fotoperiodista. Es importante y es lo que quería, quería batallarlo hasta donde hiciera falta.

El agente estaba afiliado a Vox cuando le agredió. ¿Esto puede marcar un antes y un después en la vinculación de la policía con la extrema derecha?

Creo que si no han dado un paso hasta ahora no lo darán. Es que no es un caso, es una lluvia de casos. Y no sólo en la Policía Nacional sino en la Guardia Civil, en el Ejército… Basta con tirar de hemeroteca para ver cómo lo han gestionado, negando esta realidad. Hay vídeos en los que militares cantan canciones de la División Azul… Y no hay consecuencias. En Alemania sí que las hay, el Estado ahí ha desmontado unidades vinculadas a la extrema derecha. Aquí esto no ocurre porque estuvimos sujetos a 40 años de dictadura y a una transición que garantizó su impunidad. No hubo un saneamiento del ejército y cuerpos policiales, y los agentes o bien se jubilaron con honores o murieron de viejos. Nadie fue apartado y eso tiene consecuencias. Ahora bien, que además esto lo blanquee un gobierno que se pretende progresista es el colmo del cinismo.

¿A nivel personal, a partir de ahora, con esta victoria, se sentirá más seguro?

Borràs: "Demostrar que se trató de una agresión por motivos ideológicos de un agente contra un fotoperiodista sienta un precedente"

Yo hace muchos años que no puedo hacer vida normal. Tengo que ir a cubrir actos de extrema derecha fuera de mi país, en mi casa no puedo desempeñar mi trabajo en según qué temas. No me siento más seguro. Desgraciadamente, cada vez que mi nombre sale relacionado con un tema (de extrema derecha), me viene una ola de amenazas, por redes, correo… No lo atenúa, sino que lo aumenta. Pero tenía que llegar hasta aquí, y llegaremos hasta donde sea necesario para que se aparte este policía del cuerpo.

Reclaman que no pueda volver a trabajar de policía. ¿Confía en que realmente acabe siendo así?

Cualquier cosa que no sea expulsar a esta persona de la Policía Nacional significa que el Estado tiene un problema grave de extrema derecha dentro del cuerpo. Cualquier estado con vocación democrática no puede permitirse tener una persona así ejerciendo de policía. Batallaré hasta donde pueda, hasta donde sea necesario. Me remito a las palabras de (la ex delegada del Gobierno en Catalunya) Teresa Cunillera, que dijo que como había acusaciones cruzadas, no se le podía expedientar. Ahora se ha demostrado que me puso una denuncia falsa y me agredió por motivos ideológicos. Cualquier cosa que no sea la expulsión dejará en entredicho al Gobierno de turno.

Deberán demostrarlo. Este señor lleva tres años y medio ejerciendo mientras pesaba sobre él una acusación muy grave, haber agredido a un fotoperiodista por motivos ideológicos. Con el agravante de haber gritado consignas franquistas como "Viva España" y "Viva Franco". Si hasta ahora Interior no le ha amonestado, ahora ya no tiene excusa. Además, no es un agente raso, sino inspector de la Brigada de Información, es decir, la rama política de la policía española.

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