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Suso Díaz, padre de Yolanda Díaz: "Los liderazgos femeninos son más proclives al acuerdo"

Suso Díaz
Suso Díaz en Santa Cruz (Oleiros, A Coruña). Juan Oliver

Luchador antifranquista, hombre comprometido con su tiempo, a Suso Díaz le sigue apasionando la política como el primer día. En esta entrevista, el padre de la actual vicepresidenta segunda del Gobierno detalla a Público algunas de sus inquietudes sobre la izquierda y los principales retos que enfrenta su hija.

Hubo un tiempo en que a la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social se la conocía en los corrillos políticos de Galicia como "la hija de Suso", el histórico sindicalista de Astano que lideró durante lustros Comisiones Obreras en la comunidad. Pero desde hace años sucede exactamente al revés, y en el municipio coruñés de Oleiros, donde reside, es a Jesús Díaz a quien muchos convecinos apellidan "el padre de Yolanda".

A Suso no parece importarle, al contrario. Aunque dice que en Oleiros se aburre un poco últimamente porque no tiene demasiados amigos "con los que hablar de política", una pasión que demuestra en la entrevista que concedió a Público, y en la que habla del Frente Amplio que su hija quiere armar de cara a las próximas elecciones.

El año que viene se cumplen cincuenta años desde que le encarcelaran por negarse a pagar una multa injusta. ¿Cómo recuerda todo aquello?

Los compañeros de Bazán estaban negociando un convenio de empresa, y en esa pelea por un convenio digno, cuando ya llevaban varios días de huelga, un día no les dejaron entrar en la empresa. Marcharon hacia Astano para pedir la solidaridad de los que trabajábamos allí, y al llegar a As Pías la Policía empezó a disparar y mataron a dos de ellos. En Astano empezaron a llegarnos noticias, hicimos una asamblea y decidimos parar y manifestarnos. Nos pusieron una torpedera apuntando por si se nos ocurría hacer algo. A mí ya me habían detenido varias veces. Vivíamos en Caranza, aunque luego nos marchamos a Fene. Por eso Yolanda nació en Fene.

¿Cuando entró en la cárcel su hija ya había nacido?

Sí, tenía un año. Vino a verme a la cárcel, la dejaron pasar de la mano de un guardia.

¿Por qué le detuvieron, cuál fue la acusación?

Por lo de siempre. Sabían que yo era de Comisiones y del Partido Comunista.

La multa era una pasta, 150.000 pesetas, algo más de 900 euros de hoy en día.

Era mucho, sí, pero si hubiera querido habría podido pagarla. Pero me negué por una cuestión política.

¿No le daba miedo ir a la cárcel?

En absoluto. Lo que daba miedo era la comisaría, pero la cárcel, no.

En la comisaría te zurraban.

Claro.

Pero ir a la cárcel ponía en peligro su trabajo, tenía dos hijos mayores, una hija recién nacida. No sé si ahora habría mucha gente dispuesta a ir a prisión para defender lo que piensa.

Yo creo que sí. Pero entonces no le di muchas vueltas. Ni yo ni los otros colegas que pasaron por lo mismo. Te toca y te toca. Eres es un poco rebelde, tienes un nivel de conciencia, la gente que te rodea también, te vas metiendo... Había que hacerlo, no pensábamos en si éramos valientes.

¿Qué pensaban sus padres de su actividad política y sindical?

Mis padres son de unas aldeas de Guitiriz, en Lugo, pero mi padre había emigrado a Cuba. Era carretero, y una persona de izquierdas. Cuando yo era niño, en el año 48 o en el 49, él escuchaba de madrugada la Radio Pirenaica, o Radio París o la BBC de Londres, o Radio Tirana, qué se yo. Vivíamos en un bajo, y era un peligro porque la gente que pasaba por la calle podía escuchar la radio. Yo a esas horas dormía, pero una noche me despertó el grito de mi madre, que le decía: "¡Qué haces, que nos van a meter a todos!". Cuando me detuvieron se disgustaron, claro, pero bueno, no fue para tanto.

Suso Díaz en Santa Cruz (Oleiros, A Coruña).
Suso Díaz en Santa Cruz (Oleiros, A Coruña). Juan Oliver

¿Todas estas cosas se las cuenta a su nieta?

No, todavía no. Cuando sea mayor.

¿Cómo lleva ella toda la exposición pública de su madre?

Bien, con una normalidad total.

¿Hace cuánto que no la ve?

Hace unos quince días, vinieron a Ferrol un sábado y se marcharon el domingo. Me dijo Yolanda: "Oye, que yo quiero ver también la playa, y el mar". Y le respondí: "Vale, vete a ver la playa, pero luego venid a comer, que queremos veros". Llegaron a las tres menos cuarto y después de comer ya se volvieron a Madrid.

¿Quién le iba a decir que esa niña que le iba a visitar a la cárcel iba a acabar de vicepresidenta del Gobierno?

Son las cosas de la vida. Yolanda ya había sido coordinadora de Esquerda Unida-Izquierda Unida y con Beiras había montado Alternativa Galega de Esquerdas. Cuando se fue a Madrid a mí no me gustó nada, ¿qué quiere que le diga? Estaba jugando un papel protagonista en Galicia, confrontando habitualmente con Feijóo en el Parlamento... Fue una pena. A lo mejor lo de En Marea, si ella hubiera estado aquí, habría sido otra cosa. Porque debería haber sido la candidata. Seguramente la cosa no habría acabado como acabó, sin ningún diputado de los catorce que tenía. Fue un auténtico desastre.

¿Cómo explica ese desastre del año pasado?

"La forma de actuar y de gobernar el ministerio que tiene Yolanda no tiene nada que ver con el autoritarismo"

¿Que cómo lo explico? Buf. Sería largo. El problema de En Marea fue al principio, por tener a un candidato desconocido que nunca había militado en ninguna fuerza política. No me meto con él, pero para presentarse de cabeza de lista a unas elecciones tienes que tener experiencia. Nadie conocíamos a Luis Villares, y los resultados del 2016 fueron buenos, excelentes, pero porque más allá del candidato estaba el tirón de las mareas, la asamblea constitutiva de Vigo, que fue tremenda... Luego, en la siguiente asamblea, Villares, creo que mal aconsejado, excluyó de la dirección de Anova, a Esquerda Unida y a Podemos. Y se montó el lío. Normal. Si en una fuerza política hay varios partidos, es de sentido común que todos tienen que estar representados. Yo propuse a Podemos y a Esquerda Unida romper la coalición. Pero no me hicieron caso.

Bueno, al final sí se lo hicieron.

Sí, pero unos meses antes de las elecciones, cuando ya no había remedio. Tenía que haber sido antes, te quedas con nueve diputados y te dedicas a lo que tienes que dedicarte, a hacer política, a resolver los problemas de Galicia. Si no se puede convivir, es absurdo seguir. Estuvimos tres años y medio de gresca continua, por eso pasó aquello tan increíble de pasar de catorce diputados a cero.

Pues da un poco de miedo, porque el Frente Amplio que propone su hija está un poco basado en aquella idea de las mareas.

Yolanda tiene experiencia y sabe de estas cosas. Hay que hacer un Frente Amplio, pero los partidos políticos están ahí, ¿me explico? Todas las fuerzas que formen ese frente tienen que estar representadas. Los partidos son el instrumento fundamental de participación política. Y además, son los que tienen estructuras organizativas. Una persona sola, sin respaldo, no puede llegar muy lejos.

¿Ese frente acabará cuajando?

Espero que sí. Pero me preocuparía si, por ejemplo, Más Madrid no entra. Yo creo que toda la izquierda deberíamos olvidarnos de... A ver, puedes tener un mismo protagonismo dentro de un Frente Amplio, o más incluso, que yendo solo con un grupo pequeño.

No se lo pregunto porque sea su hija, que también, pero hay una conciencia de que la candidata de la izquierda alternativa va ser Yolanda. Lo que no hay de momento es una estructura organizativa que sustente ese consenso.

No. Y la que hay es la que es: los partidos. De momento, Podemos e Izquierda Unida. Y esperemos que se incorporen Más Madrid, y otras organizaciones de Catalunya, València, Andalucía... Hay que incorporar a todo el mundo, eso sí, con unas reglas y un programa clarito, atendiendo también a los sentimientos de las nacionalidades históricas.

Suso Díaz en Santa Cruz (Oleiros, A Coruña).
Suso Díaz en Santa Cruz (Oleiros, A Coruña). Juan Oliver

¿A usted le apetece personalmente que Yolanda se meta en ese fregado?

Desde el punto de vista egoísta prefería que no, preferiría que volviera a Galicia, y así podría estar más con mi nieta. Pero la realidad es que Yolanda va a estar ahí si las cosas marchan como deben marchar. Aunque es un trabajo tremendo, porque hay que hablar con mucha gente: con los movimientos sociales, con los sindicatos, con las asociaciones de memoria histórica, de defensa de la sanidad, de la educación pública... Lo que me parece muy relevante es la reunión que van a hacer en València Mónica Oltra, Ada Colau, Mónica García y Yolanda. Que empiecen así, que se empiece a debatir entre todos. Que se construya entre todos.

La perspectiva de un Frente Amplio mejora si hablamos de liderazgos femeninos. Parece más posible un acuerdo en manos de Colau, Díaz, Oltra y García que si quienes tuvieran que hablar fueran, por ejemplo, Pablo Iglesias, Íñigo Errejón y Gabriel Rufián.

Los liderazgos femeninos son más proclives al acuerdo porque tienen otra forma de actuar, sin esa apariencia de autoritarismo, o mejor dicho, de autoridad, que tenemos los hombres. La forma de actuar y de gobernar el ministerio que tiene Yolanda no tiene nada que ver con eso.

Lo de Mónica García es importante, porque Errejón ya ha dicho de entrada no a ese frente.

Sí, sería muy importante que Mónica entrara. Lo que hay que hacer es llegar a un consenso. En el sindicato, durante la dictadura, éramos una sopa de siglas, ni me acuerdo cuántas. Y teníamos muchísimos debates, debatíamos y discutíamos, estaban representadas todas las corrientes políticas de la clase obrera. Debatíamos, pero nunca tuvimos follones. Si en los sindicatos convivíamos diferentes tendencias, ¿por qué no entre los partidos?

Su hija además se ha rodeado de un gran equipo que...

En eso también se diferencian algunos liderazgos femeninos. Hay muchos hombres en política que prefieren rodearse de gente no muy brillante para que no les hagan sombra. El gran acierto de Yolanda es haber hecho lo contrario y haberse rodeado de un gran equipo.

Un equipo que a la vez se preocupa mucho de cuidar el diseño de su figura política.

"Cuando Vox y el PP hablan de Gobierno socialcomunista lo que están haciendo es dignificar la palabra comunista"

Sí, en comunicación tiene un equipazo, gente muy joven y muy preparada. Pero es en todo. Los hombres somos más de "me siento aquí a dirigir, soy la autoridad, tengo más interés en convencer de lo que pienso que en escuchar lo que me están diciendo". Y en las negociaciones es muy importante escuchar para saber exactamente qué necesita el otro para poder llegar a un acuerdo. Eso Yolanda lo hace muy bien. Como lo de no ponerse a la altura de los insultos. En cierto modo creo que Pedro Sánchez ha aprendido de su estilo. Antes, cuando respondía a Casado, Pedro daba respuestas en el mismo tono que no respondían a ninguna aproximación. Pero ha visto la actitud de Yolanda y ahora está mucho mejor.

Si el Frente Amplio fracasa y Unidas Podemos no frena la caída de los últimos procesos electorales, el resultado es que Casado gobernará con Vox.

Por eso digo que todas las fuerzas políticas de izquierda tienen que ser conscientes de lo que nos jugamos. Sucede lo mismo con los presupuestos. Que no se aprobasen significaría una cosa tremenda. ¿A quién iba a reforzar? A la derecha extrema y a la extrema derecha. Y a las fuerzas de izquierda nos iba a debilitar. A todas. Si fracasa la construcción de ese Frente Amplio en el que ya está una buena parte de la sociedad, eso se pagará.

¿Cómo explica el auge de la ultraderecha incluso entre la clase obrera?

Yo creo que de momento la clase obrera no vota a Vox. De momento. Lo que no quiere decir que las cosas puedan cambiar. Por eso hay que estar preocupados. En el 2008 hubo una salida a la crisis impresentable, porque las consecuencias acabaron pagándolas los trabajadores, las clases populares. En esta crisis afortunadamente eso no ha ocurrido, pero hay muchas dificultades y la situación es la que es. Vino la pandemia, se paralizó la producción... Y a pesar de que se aplicaron otras políticas, como la de los Erte, que amortiguaron mucho la situación, ahí tiene usted las colas del hambre, los bancos de alimentos... Está bien que Pedro Sánchez hable en los mítines del ingreso mínimo vital, pero me sorprende que al final llegue a tan poca gente. No deberían andar con tanta burocracia, y me parece que ahí Escrivá [José Luis Escrivá, ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones] tampoco sabe mucho de política. Lo digo por las salidas que tiene de vez en cuando. Seguro que es buena persona, no digo que no, pero políticamente no es muy hábil. ¿Es que no ves las colas del hambre? La manera de derrotar a la extrema derecha es haciendo políticas de izquierda y políticas sociales, que resuelvan los problemas de la gente.

¿Qué papel tienen los sindicatos en esa movilización social de la izquierda de cara a la conformación del Frente Amplio?

"La manera de derrotar a la extrema derecha es haciendo políticas de izquierda y políticas sociales"

Los sindicatos saben el papel que tienen que jugar. No puedes implicar al sindicato en un frente político porque tienes que respetar la pluralidad de tus afiliados, que unos son de izquierda y otros no. ¿Cuánta gente del PP hay en los sindicatos? En Galicia, ni le cuento. Pero lo que sí hay que hacer es escucharles.

¿Qué le parece que se utilice peyorativante el término comunista? A su hija le preguntan cada dos por tres si es comunista, como intentando arrancarle un secreto oculto inconfesable.

Para mí que cuando Vox y el PP hablan de Gobierno socialcomunista lo que están haciendo es dignificar la palabra comunista. Yolanda tiene mucha paciencia y nunca cae en las provocaciones, y probablemente hace muy bien. Yo no sé si aguantaría tanto. No contestando a la provocación, pero sí diciendo claramente qué es y qué significa de verdad la ultraderecha: son un peligro para esta sociedad si algún día gobiernan. Y eso, que no es ningún insulto, alguien tiene que decirlo.

¿Usted cree que a la generación de su nieta algún día la gobernará la ultraderecha?

Puede ser, claro. Es un peligro real. Vox y el PP ya están votando en el Congreso contra todo lo que tiene que ver con evitar la precariedad, por ejemplo. O incluso llegan a la estupidez de votar no a la modificación del artículo 49 de la Constitución para dejar de llamar "disminuidos" a las personas con discapacidad. Llegan a ese absurdo.

¿Cómo valora usted a Feijóo?

Es una persona muy inculta. Dudo de que lea algo salvo los informes que sus asesores le dicen que tiene que leer.

Pero su figura cautiva a los votantes en Galicia, es una realidad.

Sí, pero también por nuestros errores, por los errores de la izquierda. Si lo de En Marea hubiera salido bien, y no tenía por qué no haber salido bien de no ser por las torpezas de las que hablábamos antes, la situación sería completamente distinta. Consenso. Eso es lo que se hizo en la transición, y era lo correcto: el consenso. Entre las fuerzas políticas de izquierda y los movimientos sociales hay que actuar con consenso, y no creo que sea tan complicado. Porque si no es así, pasa lo que pasa.

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