Cascos ha reaccionado duramente contra la dirección del PP de Gijón, con la que mantiene un agrio enfrentamiento desde que denunció ante la Agencia Española de Protección de Datos que habían tirado a la basura archivos con datos personales del ex vicepresidente del Gobierno. 

Álvarez-Cascos calificó de 'grupito sectario', 'sin escrúpulos' y 'fuera del sistema' a la dirección del PP de Gijón y aseguró que el mayor castigo que pueden recibir es 'que se conozca toda la verdad'.

Los documentos fueron encontrados por un vecino de Gijón, Bernardo Rodríguez, quien los encontró en un contenedor cercano a la sede del Partido Popular. 

En un carta remitida a dos diarios asturianos y titulada 'Al gijonés ejemplar que esperaba el autobús 20', el ex ministro de Fomento agradece el comportamiento cívico del ciudadano que puso a su disposición dichos documentos y le manifiesta su 'afecto y admiración'.

El popular destaca además que los culpables del 'zafio y vandálico suceso' se han amparado cobardemente en las siglas del Partido Popular al anunciar mediante una nota de prensa acciones legales contra el vecino Bernardo Rodríguez, entonces secretario general de Izquierda Republicana en Asturias, 'en defensa de la imagen del Partido Popular y de sus responsables'.

A su juicio, dicha nota contiene descalificaciones 'abominables y groseras' que persiguen intimidar a Rodríguez, por 'su ideología, militancia y trayectoria política'.

Cascos alaba el comportamiento de Rodríguez que 'se limitó a salvar del vertedero unos documentos, secarlos en su casa y ponerlos amablemente a su disposición', sin 'acusar, señalar, denunciar ni imputar' a nadie.

Tras la denuncia de Álvarez-Cascos, la presidenta del PP de Gijón, Pilar Fernández Pardo, desmintió haber arrojado documentación a ningún contenedor. Además, aseguró que en su sede no quedan papeles relativos al ex ministro desde el año 2003.