Este artículo se publicó hace 12 años.
El arzobispo de Tarragona pide perdón con la boca pequeña tras atacar a los gays
A pesar de las disculpas, el prelado insiste en su idea sobre el "comportamiento inadecuado" de los homosexuales: "La Iglesia siempre ha dicho que está mal"
Con la boca pequeña y sin hacer acto de contricción alguno, el arzobispo metropolitano de Tarragona, Jaume Pujol, pidió este martes perdón por sus declaraciones sobre los homosexuales y las mujeres, de los que ayer lunes dijo: "No tienen un comportamiento adecuado para la sociedad".
"Si alguien se ha sentido molesto u ofendido le pide perdón", dijo el arzobispo después de que ayer dijera que él distingue "entre personas y el comportamento de las personas, y como personas todas son hijas de Dios", pero matizó en alusión a los homosexuales: "Hay comportamientos que no son adecuados ni para la persona ni para la sociedad, y esto lo tenemos que pensar mucho".
A esas declaraciones añadió otras tampoco exentas de polémica: dijo que las mujeres no pueden oficiar misa "porque cada uno tiene una función", y lo argumentó: "Yo tampoco puedo hacer algunas funciones que hacen las mujeres, no puedo traer los hijos al mundo".
Tras el revuelo provocado, Pujol pidió perdón en el tradicional encuentro con la prensa para celebrar el día del patrón de los periodistas, San Francisco de Sales. Preguntado por si no teme que declaraciones como esa aumenten la desafección a la Iglesia, respondió que confía "que no, porque la gente puede escuchar toda la entrevista".
En este sentido pidió cierta comprensión: "No quiero que se me malinterprete porque voy con el corazón abierto a todos". Reiteró entonces que su opinión sobre los homosexuales se enmarca en que "la Iglesia lo ha dicho muy claro y yo me adhiero a lo que ha dicho la Iglesia".
"No entraré en polémica, respeto que las personas tengan la inclinación que tengan, pero además, tengo tanta gente conocida que tiene estas cosas...", añadió
Insistió en el argumento expresado en la entrevista de ayer lunes sobre que "una cosa es la dignidad de las personas, que todos somos hijos de Dios, y otra cosa es su comportamiento: puede estar bien o estar mal y la Iglesia siempre ha dicho que está mal; no nos quedemos solo con la polémica o el resto quedará difuminado".
Pujol dijo ser partidario de hablar y dialogar, e inclusorecordó que tiene una bitácora donde narra su día a día antes de matizar: "Me preguntaron y contesté, no me gusta callar las cosas, la gente tiene que hablar, poner siempre por encima que todo el mundo es digno de respeto y si alguien se ha sentido molesto, le pido perdón si se ha sentido ofendido".
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