Hace una semana, el vicesecretario de comunicación del PP, Esteban González Pons, fue claro a la hora de definir la estrategia del partido a la hora de nombrar a sus candidatos para las citas electorales del próximo año. El PP, dijo, desvelará sus cartas cuando 'más convenga a los intereses electorales'. Tras esta afirmación se esconde la necesidad del partido presidido por Mariano Rajoy de apurar hasta el último minuto para hacer públicas candidaturas que pueden desgastar la imagen de la formación.

Es el caso de la Comunitat Valenciana, uno de los graneros tradicionales de votos de los conservadores. En sus declaraciones públicas, los dirigentes del PP insisten en que no hay motivos para que Francisco Camps no vuelva a ser candidato. Pero, en privado, son muchos los que mantienen que lo suyo 'pinta muy mal'. El president, imputado por cohecho, está a la espera de una decisión judicial.

Si cuando llegue el momento de nombrar candidatos el PP pretende hacerlo en un acto conjunto a la vuelta del verano el caso de los trajes sigue sin avances, la dirección nacional apuesta por mantener a Camps. Todo, pese al riesgo que implicaría la posibilidad de tener un presidente autonómico condenado.

Pese a que las relaciones entre los miembros de la trama Gürtel y altos dirigentes del PP valenciano están más que probadas, el partido cree que la corrupción no les va a pasar factura en las urnas. 'Los ciudadanos saben que esto de la Gürtel no es algo del PP, sino de un grupo de gente que ha intentado aprovecharse del nombre del partido', explican fuentes de la dirección nacional. Además, insisten en que en la Comunitat Valenciana, pase lo que pase y se llame como se llame su candidato ganarán 'de calle'.

Lo mismo creen que sucederá en Madrid, otro de los focos de actuación de la trama Gürtel. En el partido no existe ninguna duda de que Esperanza Aguirre será la candidata. De hecho, ya lo ha comentado Mariano Rajoy en alguna ocasión. El mismo convencimiento existe de que logrará imponerse a los socialistas madrileños, pese a las encuestas que alertan de una posible pérdida de la mayoría absoluta y de la irrupción de UPyD.

El PP confía también en que José Ramón Bauzá, líder del partido en Balears, sea concebido por los ciudadanos como un nuevo rostro desvinculado de escándalos de la era Matas como el Palma Arena.