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El caso 'Hotel' lleva a prisión a Millet

El ex presidente del Palau está acusado de tráfico de influencias

L. DEL POZO / J. MUMBRÚ

Esta vez sí. El ex presidente del Orfeó Català, Fèlix Millet, y su mano derecha, Jordi Montull, ingresaron ayer en la cárcel barcelonesa de la Model. La juez Míriam de Rosa Palacio decretó por la tarde prisión sin fianza para ellos por los delitos continuados de tráfico de influencias y apropiación indebida por el caso del Hotel del Palau. La instructora justificó esta medida preventiva para evitar que los imputados aprovechen su libertad para 'ocultar, alterar o destruir' pruebas relevantes en el caso.

La decisión supone el fin de la aparente impunidad de que había gozado el patricio en los últimos 330 días: el 23 de julio de 2009 se conoció el saqueo que llevó a cabo en el Palau de la Música durante los últimos lustros y que podría ascender a 35 millones de euros. Sin embargo, el juez que instruye esa causa descartó reiteradamente la encarcelación de los principales imputados en el caso.

El auto destaca que, en caso de quedar en libertad, ambos imputados podrían 'influir' en personas que deben declarar, ya sea como testimonios o como futuros imputados en el caso. Para justificar su decisión, De Rosa aportaba un ejemplo rotundo: Montull telefoneó el miércoles al arquitecto Óscar Díaz, también salpicado en la causa, y le pidió que, cuando compareciese ante la juez, presentara unos documentos que le beneficiaban a él y a su antiguo jefe en la histórica institución catalana. El fiel ayudante de Millet pedía que el arquitecto acreditara documentalmente que cobró 900.000 euros, una cantidad que la juez cree que percibieron los jerarcas del Palau en concepto de comisión.

Los hechos se remontan a 2003, cuando Millet y Montull se hicieron con terrenos de un colegio de la Salle adjuntos al Palau de la Música a cambio de sufragar unas obras de reparación en el colegio. El objetivo de los imputados era hacer un hotel de lujo y un párking subterráneo junto al edificio modernista. Para ello, los acusados presionaron a altos cargos de la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona para que modificaran los usos previstos para el terreno, inicialmente destinados a equipamientos educativos.

El auto muestra cartas privadas que dan fe de cómo los imputados se ponían en contacto con importantes cargos electos de la Generalitat y el ayuntamiento. En una misiva, Montull le dice a Manuel Valderrama, propietario de la empresa a favor de la cual presuntamente intermedió, que Carles Martí (PSC), Xavier Trias (CiU), Alberto Fernández Díaz (PP), el alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, y la concejala del distrito, Itziar González, están a favor del proyecto. 'Como puedes ver, todo va bien, pero las cosas de palacio van despacio', le escribe.

Según la juez, las cartas demuestran que los imputados 'utilizaban su influencia para acelerar los trámites' y obtener así beneficios personales. La batalla judicial promete ser larga, pero Millet la comienza entre rejas.

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