Público
Público

Condenada una etarra a 17 años de cárcel por disparar contra dos gendarmes

La justicia francesa ha sentenciado penas de 13 y 8 años para otros dos miembros de la estructura de reclutamiento de ETA

EFE

La justicia francesa condenó este jueves a 17 años de cárcel a la etarra Alaitz Areitio por disparar el 28 de octubre de 2004 contra dos gendarmes, que no resultaron heridos, y a 13 años a Maite Juarros, que conducía el coche robado en el que las dos intentaban huir.

El Tribunal de lo Criminal de París también sentenció a ocho años de prisión a Ígor Igartua, que aunque no estuvo en ese tiroteo, formaba parte de la misma estructura de reclutamiento de ETA en la que estaban las dos mujeres.

Los jueces consideraron que Areitio y Juarros son culpables de tentativa de homicidio, pese a que durante todo el juicio se esforzaron en minimizar los hechos alegando que las fuerzas del orden francesas no son objetivo de ETA.

Las penas son algo inferiores a las solicitadas por la fiscalía: 20 años para Areitio, entre 13 y 15 para Juarros y de 6 a 8 para Igartua. El representante del ministerio público, Jean-Claude Kross, también había solicitado la expulsión definitiva de Francia de los tres una vez cumplidas sus penas. Los jueces no han accedico a esa demanda.

Todo empezó cuando los agentes intentaron parar el coche de las dos etarras, al darse cuenta de que había algo incongruente en la matrícula. Las etarras se dieron a la fuga, comenzando así una persecución que se prolongó durante ocho kilómetros por una carretera de la ciudad de Lourdes (Pirineo francés) y que acabó con el arresto de Juarros.

Areitio consiguió escapar y no fue capturada hasta casi dos años y medio más tarde, el 7 de junio de 2007, en un piso franco de ETA de la localidad de Bagnères de Bigorre, donde también fue detenido Igartua (39 años), que es el padre de su hijo, nacido en prisión en febrero de 2008.

No era la primera vez que miembros de la organización terrorista hacían uso de armas de fuego contra las fuerzas del orden francesas. El hombre que estuvo al frente del aparato militar y fue, a su vez, jefe de los tres detenidos este jueves, Juan Ibón Fernández Iradi, alias Súsper, fue condenado a 30 años de prisión por dejar malherido a un gendarme en noviembre de 2001.

La organización permite usar armas contra la Gendarmería sólo para escapar de un arresto

Uno de los policías antiterroristas que declaró durante el juicio, Stéphane Durey, contó que la banda autoriza a sus activistas a usar sus armas sólo 'para escapar de un arresto', ya que 'las fuerzas del orden francesas no son su objetivo'. Durey añadió que es el territorio francés 'el lugar de la toma de decisiones' sobre los atentados que se cometen en España', pese a las recientes operaciones contra ETA llevadas a cabo en Portugal que podían dar a entender que estaba desplazando su centro de actividad.

Tanto Areitio como Igartua ya habían sido condenados en Francia por su pertenencia a ETA, a cuatro y un año de cárcel, respectivamente. Juarros es un caso diferente, ya que su paso a la clandestinidad dentro de la banda no se habría producido hasta comienzos de 2004.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias