El abogado de la familia de Marta del Castillo, José María Calero, señala hasta diez contradicciones entre las dos sentencias dictadas por el crimen de la joven sevillana. Según el recurso de casación presentado ayer, miércoles, en el Tribunal Supremo (TS) contra la sentencia de los adultos —que condena a 20 años a Miguel Carcaño y absuelve al resto—, los jueces afirman en esta última que el menor, apodado el Cuco, acude al piso tras el crimen porque había quedado allí con Carcaño y Marta con anterioridad. El juez de menores, sin embargo, dice que fue Carcaño quien telefoneó tras el crimen no sólo al Cuco, sino también a Samuel Benítez.

El recurso, en el que se pide la nulidad del juicio o, en su defecto, ampliar la pena a Carcaño por profanación de cadáveres y condenar a Benítez por este último delito y por encubrimiento, destaca que la sentencia del menor da por probadas dos llamadas de Carcaño, una al Cuco y otra a Benítez; mientras que en la de los adultos no existen. Sobre el traslado del cuerpo, la sentencia del menor señala que este cogió el coche de su madre y, junto con Benítez, fueron hasta el piso de León XIII. Tras introducir el cuerpo en el coche, Carcaño los siguió con su moto. Sin embargo, la sentencia de los adultos omite el traslado y no lo explica.

El recurso también subraya la contradicción entre la existencia de un 'tercer desconocido' frente a los tres adultos que participaron en los hechos —Carcaño, su hermano Javier Delgado y Benítez— según el juez de menores. Este juez también sostiene que la decisión de hacer desaparecer el cuerpo la toman los cuatro y no sólo Carcaño y el Cuco, como dice la sentencia recurrida, que descarta además que Javier Delgado esté en el piso.

Sobre Benítez, mientras el juez de menores lo sitúa en León XIII, la sentencia recurrida afirma que está en Montequinto. Según la sentencia del Cuco, este y Benítez sacan el cuerpo a pulso y Carcaño lleva la silla de ruedas. Según la de los adultos, el cuerpo lo sacan Carcaño, el Cuco y el desconocido. La hora del traslado tampoco coincide: una dice que es madrugada y la otra, las 22.15.