Oier Gómez, uno de los huidos de la casa utilizada por ETA en Portugal como taller de bombas , ya actuaba en el país vecino en el verano de 2008. Un documento de identidad falso con una foto suya fue utilizado para alquilar dos coches, uno a finales de julio y otro a mediados de agosto, informaron fuentes de la lucha antiterrorista. El segundo de los alquileres se efectuó en Faro, capital del Algarve, el 16 de agosto. Al día siguiente, tres pequeños artefactos estallaron en distintos puntos de la provincia de Málaga sin causar heridos. Fue toda la campaña de verano de ETA en 2008.

La confirmación de que el coche alquilado por Oier Gómez fue utilizado en los atentados de Málaga demostraría que ETA ya había utilizado Portugal para lanzar atentados cometidos luego en España, una posibilidad que los terroristas venían considerando desde principios de la pasada década, según documentos incautados a la banda.

Los siete kilos de explosivo utilizados en las tres explosiones no necesitaban de una gran infraestructura para esconderlos. La fábrica de bombas de Óbidos hubiese supuesto un gran salto en esa misma estrategia.

En febrero de 2009, el coche alquilado en Faro fue descubierto en Salamanca después de llevar abandonado varios meses. El dispositivo incendiario que los terroristas le habían colocado, falló. Por si acaso, los terroristas habían limpiado el Fiat Brava a conciencia y no se hallaron pruebas que delataran a sus últimos ocupantes. Con todo, la distancia recogida en el cuentakilómetros deja abierta la posibilidad de que el coche hubiera viajado de Faro a Málaga y de allí a Salamanca.Tras el alquiler de los coches, el siguiente rastro de ETA en Portugal es el robo de la Citroën Berlingo que utilizaban Gómez y Zengotitabengoa antes de huir de Óbidos. El vehículo fue robado a principios de 2009.

Cuando agonizaba el siguiente verano, un comando de ETA viajó a Cádiz y tomó fotografías del cuartel de la Guardia Civil en Zahara de los Atunes, localidad donde tienen residencia de verano varios políticos, incluido un ex ministro del Interior.

Las fotografías aparecieron el pasado sábado en el chalet alquilado por Gómez a 90 kilómetros de Lisboa. En su huida, los terroristas se dejaron planos de Madrid, Cádiz y San Fernando, localidad de esa misma provincia, así como varios teléfonos móviles. En dos de ellos habían adherido pegatinas con las palabras 'Cádiz' y 'Madrid', por lo que se sospecha que iban a ser utilizados para reivindicar atentados.

En Portugal, continúa la investigación y la policía busca los zulos que Gómez y Zengotitabengoa pudieron construir en la provincia de Coimbra para esconder explosivo. La furgoneta que abandonaron el 1 de febrero tenía en su interior palas con restos de tierra húmeda.