El Gobierno vasco rompe la negociación con La Rioja

El conflicto sanitario entre La Rioja y Euskadi tocó ayer fondo. El Gobierno vasco endureció su posición con cuatro medidas ante la decisión unilateral del Ejecutivo riojano de suspender la atención sanitaria a La Rioja Alavesa, una comarca del País Vasco donde viven 10.000 personas.

El Ejecutivo de Patxi López rompió formalmente las negociaciones con el Gabinete de Pedro Sanz (PP), dejó en suspenso el convenio que regula los trasplantes renales de riojanos en Osakidetza, exigió la intervención de la Alta Inspección del Ministerio de Sanidad y, por último, cuestionó el futuro del servicio de salud que ofrece de forma gratuita a habitantes de comunidades limítrofes, como Castilla y León (60.000), Cantabria (30.000) y Navarra (8.000).

El Ejecutivo riojano dejó de atender a una comarca vasca con 10.000 personas

El consejero vasco de Sanidad, el socialista Rafael Bengoa, advirtió de que el conflicto entre ambas comunidades trasciende el ámbito local y de que es un "problema de cohesión nacional" que, además, puede provocar un "efecto dominó" que acabe arrastrando a otras autonomías. Según recordó, la postura de La Rioja en este caso es una excepción en el conjunto del Estado, donde todas las comunidades prestan atención sanitaria a habitantes de otras vecinas, en torno a 200.000.

El Ministerio de Sanidad ya emplazó a mediados de noviembre a La Rioja a reiniciar la atención a los habitantes de Rioja Alavesa, mientras se negociaba un acuerdo con el País Vasco. Fue en vano. El Ejecutivo vasco, que considera "inaceptable" la exigencia económica de La Rioja en las conversaciones ya rotas, instó ayer a la Alta Inspección del Ministerio a intervenir ante la comunidad riojana. Lo hizo, eso sí, sin obviar la próxima constitución del nuevo Gobierno del PP.

Bengoa está convencido de que tras la decisión de La Rioja subyace el "fondo antivasco" de Pedro Sanz, pero no está dispuesto a que pueda mantener su actitud mucho tiempo. Espera que el presidente electo, Mariano Rajoy, le haga recapacitar porque, de lo contrario, el Gobierno vasco se plantearía "redefinir" la relación sanitaria que tiene con Cantabria, Castilla y León y Navarra. Se da el caso de que las dos primeras están gobernadas por el PP, mientras que en la comunidad foral lo hace UPN.

Euskadi estudia redefinir su relación sanitaria con otras autonomías

"No queremos vernos obligados a tomar medidas similares. Euskadi ofrece (a esas tres comunidades) un servicio similar al que La Rioja nos niega", advirtió Bengoa a Mariano Rajoy.

Precisamente el presidente de La Rioja acudió ayer a Madrid para asistir a una reunión convocada por el presidente electo con todos los barones autonómicos. Y preguntado por este conflicto y por si tenía tensiones con el País Vasco, respondió: "No, en absoluto. Si lo tensan ellos (en Euskadi), es otro problema".

En cualquier caso, el conflicto salpica ya internamente al PP. Los conservadores vascos, que ayer se sumaron al rechazo unánime del Parlamento vasco a la suspensión sanitaria de La Rioja, esperan también que Rajoy haga entrar en razón a Pedro Sanz. El presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, dijo que Rajoy solucionará el problema "en cuanto" sea investido presidente y "obligará" al Ejecutivo riojano a revocar su decisión y atender de nuevo a La Rioja Alavesa.

El Gobierno riojano mantiene, por ahora, su postura. Su consejero de Salud, José Ignacio Nieto, afirmó que no había recibido una "comunicación oficial" del Gobierno vasco sobre la ruptura de la negociación. "Tendrá que explicarse quien lo rompe, aunque no sé si se le puede llamar negociación, porque la postura que mantiene el Gobierno vasco es exactamente la misma de la que partió", aseveró.

Sobre la decisión del Gobierno vasco de suspender el convenio que regula los trasplantes renales (continuará, eso sí, con las intervenciones que no puedan realizarse en Logroño), Nieto respondió que ahí tendrá que "hablar" también la Organización Nacional de Trasplantes.