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La huelga que lo detuvo todo

Junto a la comisaría de El Ejido acudió a refugiarse un grupo de 200 personas. De allí partió la convocatoria de la huelga

DIEGO SANZ PARATCHA

La tarde del domingo 6 de febrero había sido relativamente tranquila. El funeral de Encarnación López, cuyo asesinato a manos de un marroquí con enfermedad mental prendió la mecha de los disturbios , provocó una corta tregua en los ataques a la población inmigrante. Pero la tarde trajo de nuevo las partidas.

Junto a la comisaría de El Ejido acudió a refugiarse un grupo de 200 personas formado principalmente por marroquíes. De allí, como recuerdan Mustafa Aït Kourchi y Hafid El Rachid, partió la convocatoria de la huelga que paralizaría los invernaderos durante cinco días y obligaría a las instituciones y a los agricultores a sentarse.

Con cientos de personas refugiadas en la cercana sierra de Gádor, los trabajadores de los invernaderos establecieron 20 comités de huelga,coordinados a través del teléfono móvil. 'Así fue cómo organizamos los piquetes por los invernaderos', rememora Aït Kourchi. Cada día de huelga costó a los agricultores pérdidas de nueve millones de euros.

Actuación policial

La cafetería de Aït Kourchi fue destrozada un mes después de abrir

Hasta entonces, la Policía Nacional y la Guardia Civil se habían mostrado pasivas ante los ataques. El lunes 7, primer día laborable desde el comienzo de los disturbios, se vio forzada a intervenir. 'Detuvieron a 40 compañeros en los piquetes, y la policía no nos dejaba movernos si no era en grandes grupos', se queja Aït Kourchi. 'A muchos ya nos conocían de otros conflictos laborales', continúa Mustafa, que llevaba en España desde 1989 y cuyo primer negocio propio, una cafetería que había abierto apenas un mes antes, fue destrozado la noche del sábado.

Sólo 11 españoles fueron detenidos por los disturbios. 'Pero lo importante es que las autoridades vieron que no nos íbamos a quedar callados', valora El Rachid. La huelga se fue extendiendo y llegó a algunos invernaderos del levante almeriense. Los sectores asociados del almacenaje y la distribución también fueron afectados: toda una provincia dependiente en invierno de la agricultura intensiva se paró.

El miércoles ya se había convocado una mesa de negociación con representantes de las organizaciones agrarias, los exportadores, los sindicatos, ONG y administraciones locales, autonómicas y centrales reconocieron como interlocutores a la coordinadora de los inmigrantes en huelga.

El sábado 12, la mesa sin la presencia del alcalde de El Ejido firmó un acuerdo que previó el realojo de todas las personas despojadas de sus casas, indemnizaciones por las pérdidas materiales y la regularización de todos los indocumentados de las comarcas agrícolas de Almería. Los inmigrantes decidieron suspender la huelga el 13 de marzo.

'Nada de esto fue espontáneo, en realidad llevábamos toda una década organizándonos en los invernaderos', precisa El Rachid. El incumplimiento de los acuerdos llevaría a la coordinadora a retirarse de la mesa de vigilancia y a empezar nuevasmovilizaciones.

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