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Él nunca necesitó salir del armario

La 'normalidad', clave del éxito del alcalde de Valdepeñas, Jesus Martín (PSOE)

IÑIGO ADURIZ

Es el alcalde más votado de Castilla-La Mancha y, después de ocho años al frente del Ayuntamiento de Valdepeñas (Ciudad Real), Jesús Martín asegura que sus vecinos valoran su gestión independientemente de su condición sexual.

Es abiertamente gay y lo ha sido siempre. “Yo nunca he estado en el armario”, reconoce. No por ello ha tenido una vida fácil. Durante años se ha despertado por las noches recordando “al del pupitre de atrás” llamándole “maricón”. Martín recuerda con especial dolor –“por la familia”, dice– una mañana de campaña electoral a finales de los noventa en la que las paredes de la localidad vinícola amanecieron cubiertas de pintadas haciendo alusión a su condición sexual.

Él asegura que siempre ha actuado “con normalidad”. “He tenido dos parejas estables y las dos se han paseado conmigo por las calles de Valdepeñas”, insiste. Sus vecinos se lo han tomado bien. De hecho, el incidente de las pintadas “generó un rechazó tan brutal que fue un revulsivo social” a favor de los socialistas, rememora.

Desde entonces, el apoyo de su partido no ha parado de crecer. El PSOE tiene 15 concejales, frente a los seis de los que dispone el PP. Martín espera que suceda lo mismo el 22 de mayo. “Aquí la gente no valora el desgaste de Zapatero, sino que tiene en cuenta el trabajo del Gobierno municipal”, apunta.

Nunca ha ocultado ni ha disimulado su sexualidad. Hubo sectores de su partido que fueron reticentes cuando decidió optar a la Alcaldía de Valdepeñas, pero que inmediatamente se disculparon ante su éxito en las urnas.

Su pareja, Pablo, ejerce plenamente su papel de “consorte” en el pueblo y cuando visitan otros municipios. Martín rememora cuando, hace algunas semanas, varias señoras mayores valdepeñeras, “que por su experiencia han dejado de lado cualquier tipo de prejuicio”, se acercaron a su pareja para lanzarle una advertencia: “Cuídanoslo, que nos hace mucha falta”, le dijeron.

En esos términos le tratan sus vecinos. “Ya no percibo que nadie nos mire, no estoy pendiente de esas cosas y me hace gracia la curiosidad de los demás ante una pareja gay”, reconoce.

La oposición que ejerce el PP en el municipio, asegura, no se atreve a utilizar su condición sexual para sacar rédito electoral. “No digo que no haya alguno al que, interiormente, le gustaría utilizarlo”, indica.

Todo esto sucede en una población eminentemente rural de 31.370 habitantes, que se sitúa en el corazón de La Mancha. Martín afirma que es una localidad “muy abierta” y rememora a uno de los hijos ilustres del municipio, el pintor Gregorio Prieto, “que también era gay”.

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