Este artículo se publicó hace 13 años.
La Policía desaloja el hotel de los indignados
Los agentes echan también a los ocupantes de un teatro y un mercado
Hasta hoy, Fidel M. C., de 43 años, vivía en la habitación 302 del Hotel Madrid. En el edificio, ocupado por un grupo de personas afines al Movimiento 15-M tras la jornada internacional de movilizaciones del pasado 15 de octubre, había descubierto "un lugar en el que pasar el invierno", pero también un espacio en el que comenzar a encauzar su vida tras dos años viviendo en la calle.
Buena parte de sus ilusiones por "salir adelante" se truncaron hoy cuando, a las 7 de la mañana, un gran dispositivo policial irrumpió en el edificio y desalojó a las 93 personas que estaban en su interior. Entre ellos, familias desahuciadas, ancianos y personas que, como Fidel, vivían en la calle y habían encontrado en el hotel de los indignados un techo bajo el que intentar empezar de nuevo. No hubo heridos ni violencia, aunque,varias horas después, todavía apostados en las inmediaciones del inmueble, algunos de los desalojados relataban la "contundencia" con la que habían actuado los agentes.
Además de este edificio, la Policía desalojó el contiguo Teatro Albéniz (un espacio no respaldado por el 15-M, como sí lo era el hotel) y el antiguo mercado de Montamarta en el distrito de San Blas, recuperado por los vecinos de ese barrio para su transformación en centro social.
Fuentes policiales aseguran que alrededor de 250 agentes de la Unidad de Intervención Policial participaron en el desalojo del hotel. Colaboró incluso el Grupo Operativo de Intervenciones Técnicas de la Policía Nacional con un camión provisto de equipos hidráulicos de excarcelación y capaz de levantar hasta 40 toneladas, informa Pedro Águeda. Un portavoz de la Jefatura Superior de Policía de Madrid informó además de que a las 103 personas obligadas a dejar el hotel y el teatro se les imputará un delito de usurpación de bienes inmuebles.
Entre los desalojados, había también nueve ciudadanos extranjeros "en situación irregular" a los que se les incoa-rá un expediente de expulsión y una persona a la que se imputó un delito contra la salud pública por poseer varias plantas de marihuana.
Poco después de que se produjera el desalojo, la noticia comenzó a correr como la pólvora a través de internet, donde comenzó a difundirse la convocatoria de una concentración por la tarde en la Puerta del Sol a la que acudieron varios centenares de personas. La concentración de repulsa a los desalojos se acabó convirtiendo en un grito de denuncia del drama de los desahucios y a favor del derecho a la vivienda.
Orden de desalojoLa propiedad del edificio, la inmobiliaria Monteverde, denunció la ocupación del hotel a las pocas horas de producirse. La orden de desalojo, sin embargo, llegó "antes de lo esperado", admi-tió Chema Ruiz, integrante de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca y colaborador de la Oficina de Vivienda del Hotel Madrid, situada en una de las plantas del inmueble. Esta iniciativa, considerada el proyecto estrella del hotel, surgió para asesorar y buscar una solución temporal de alojamiento a personas con dificultades para tener una vivienda. "El miedo no va a conseguir desmovilizarnos", aseguró Ruiz, consciente, no obstante, de que la reorganización de la oficina no será fácil.
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