Enredado en su propia madeja, el PP ha terminado por reconocer que la actual Ley del Menor, la misma por cuyo endurecimiento clama desde el crimen de Seseña (Toledo), funciona. 'Sabemos que nueve de cada diez jóvenes que entran en el circuito de la Ley de Responsabilidad Penal del Menor terminan reeducándose, reinsertándose y no vuelven a delinquir', aseguró ayer en el pleno del Congreso el portavoz adjunto de los conservadores en la Cámara Baja, Alfonso Alonso. Pese a ello, el diputado del PP insistió en pedir su urgente reforma.

Alonso evitó citar a Sandra Palo, Marta del Castillo y Cristina Martín, las mismas víctimas que, sólo una semana atrás, un compañero de partido había invocado en el hemiciclo al pedir más mano dura con los menores delincuentes. Alonso prefirió ayer atribuirse el papel de portavoz de un supuesto 'clamor social' que pide el endurecimiento de la ley. 'Clamor' provocado, dijo, por la 'muy elevada' cifra de delitos cometidos por menores, según la lectura que el PP hace de las estadísticas de la Fiscalía General del Estado.

Esta alusión a cifras permitió al ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba el miembro del Gobierno encargado de darle la respuesta en la interpelación, lanzar toda una artillería de datos con los que concluyó que el PP hacía una interpretación 'falsa' de las estadísticas. Pese a ello, el ministro se mostró dispuesto a crear una 'comisión de seguimiento' sobre la aplicación de la ley, aunque rechazó de plano endurecerla porque, dijo, 'no es el momento oportuno'.