Este artículo se publicó hace 14 años.
Razones para igualar las bajas paternales
Una plataforma recoge firmas para equiparar los permisos de maternidad y paternidad en duración y carácter obligatorio
Aprobamos el permiso de paternidad, que ya han solicitado un total de 770.000 padres en España, para poder hacer un reparto equitativo de las responsabilidades", presumía hace apenas una semana el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ante un foro lleno de mujeres. Sin embargo, muchas de ellas opinan que su análisis es demasiado optimista.
El permiso de paternidad, que en la actualidad es de 13 días, alcanzará las cuatro semanas el próximo 1 de enero. Pero seguirá siendo voluntario. Y hasta ahora, sólo el 80% de los hombres se ha tomado los 13 días a los que tiene derecho.
La ampliación es insuficiente para la Plataforma por Permisos Iguales e Intransferibles de Nacimiento y Adopción (PPIINA) porque no establece la equiparación. Sus miembros alegan que mientras haya diferencias entre el permiso de maternidad y el de paternidad será imposible acabar con la discriminación laboral de las mujeres, a las que el empresariado considera "menos disponibles" porque están obligadas a tomarse seis semanas de las 16 a las que tienen derecho.
En cambio, los hombres pueden escoger si agotan sus días. Este privilegio no siempre es positivo para ellos, dice María Pazos, de PPIINA: "Algunos denuncian que sus empresas les presionan para que renuncien a sus permisos. Si tuviesen la misma parte obligatoria que los de las mujeres, también estaríamos protegiendo sus puestos de trabajo".
Ejemplos europeosLa presión que acaban de descubrir algunos hombres es la que experimentan las mujeres que ven cómo son represaliadas tras disfrutar de su permiso. Lo peor, según Pazos, es que algunas de ellas ni siquiera se ven en esa tesitura porque son descartadas para algunos puestos desde el primer momento, ya que "la probabilidad de que se ausenten por tener un hijo es mayor". Casi el 100% de las madres se toma sus 16 semanas de permiso de maternidad, tanto las seis semanas obligatorias como las diez que podrían transferir al otro progenitor.
El hecho de que una parte del permiso de las mujeres sea transferible no es relevante para su comportamiento. Ocurre incluso en los países que son una referencia para PPIINA, lamenta la economista Carmen Castro. Entre estos destaca Islandia, donde cada uno de los dos progenitores tiene tres meses intransferibles. En otras palabras: si no los usan, los pierden. A este periodo, se le añade un tercer trimestre, voluntario y transferible. Y suelen solicitarlo casi exclusivamente las mujeres. En cambio, la experiencia indica que, si son intransferibles y remunerados a tasas cercanas al 100% del salario, los hombres aprovechan su permiso paternal, explica Castro.
Por todo ello, la Plataforma impulsa una recogida de firmas para equiparar los permisos en duración y obligatoriedad para ambos sexos en la UE. En el marco español, su objetivo inmediato es lograr que el permiso de paternidad alcance las 16 semanas intransferibles, de las cuales seis sean, además, obligatorias.
Coste de la reformaSegún cálculos de PPIINA, esta reforma costaría 825 millones anuales a la Seguridad Social. "Podría implantarse de manera progresiva. Tampoco tiene por qué representar un incremento neto del presupuesto, ya que se podrían reorientar partidas de gasto, como el cheque-bebé, que cuesta unos 1.000 millones al año y, entre otras cosas, no está dirigido a fomentar la igualdad", explica Pozas.
"De momento, nos oponemos a la ampliación de la baja maternal, porque implicaría aumentar la brecha entre hombres y mujeres", añade Castro. Además de luchar contra la discriminación laboral, PPIINA pretende avanzar en la corresponsabilidad y acabar con el machismo que identifica a la mujer con el cuidado de los hijos.
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