A los acordes de una balada de los Scorpions, la ex europarlamentaria socialista Rosa Díez hizo su entrada triunfal en el teatro de la madrileña Casa de Campo. Le acompañaban el filósofo Fernando Savater, el director teatral Albert Boadella y el escritor Mario Vargas Llosa, los que iban a ser sus teloneros en el acto de presentación del nuevo partido propiciado desde las filas de Basta Ya: Unión, Progreso y Democracia (UPD).

Allí la esperaban cerca de 700 personas –entre los que destacaban el escultor Agustín Ibarrola, el ex presidente del Foro de Ermua Mikel Buesa y varios dirigentes de Ciutadans, encabezados por Albert Rivera– dispuestas a aplaudir con entusiasmo todas y cada uno de las diatribas que estaban seguros iban a oír contra lo nacionalistas, el PSOE, Zapatero y, en menor medida, el PP.

No les defraudaron. Tras el humor de “buen rollo nacional” de Boadella, la defensa a ultranza de la bandera de Savater y las críticas al panorama político español de Vargas Llosa, le llegó el turno a la gran protagonista del acto, Rosa Díez.

Recorte de competencias

La ex parlamentaria socialista desgranó en un discurso de poco más de media hora las que pretende sean las líneas básicas del programa de su nuevo partido: reforma de la ley electoral para limitar el poder de los nacionalistas, recorte de las competencias a las autonomías y defensa a ultranza de símbolos como el Rey y la bandera. Díez aseguró que su formación busca el apoyo de aquellos que quieren “hacer algo más que quejarse”, de los que quieren “tomar de la solapa” a los grandes partidos y de los que ven en la quema de fotos de los monarcas “una degradación del orden constitucional seria y preocupante”.

En su defensa de los símbolosa, la política vasca echó mano de las víctimas del terrorismo e insistió en que la enseña española debe estar en todas las instituciones porque ha servido para cubrir “demasiados féretros de gente que ha dado la vida para defender nuestros derechos”.

Díez aseguró que su partido propiciará también un cambio de la Constitución con el objetivo de recuperar algunas de las competencias que se han cedido a las autonomías, y puso como ejemplo la educación y la existencia de tantas leyes para regularla como comunidades autónomas hay.

Recalcó que UPD intentará corregir el “excesivo peso de los votantes nacionalistas” y que apoyará la elección directa de alcaldes y otros cargos unipersonales  

No se olvidó de Juan José Ibarretxe, cuya propuesta del pasado viernes calificó de “ofensa” y “chantaje”. Y tampoco de Zapatero, al que acusó de no haber respondido con firmeza al órdago del lehendakari. Del PP sólo criticó  su falta de atrevimiento. Y alguien gritó “guapa”.