Dieciocho personas han fallecido en los dieciséis accidentes mortales de tráfico ocurridos en las carreteras desde las 15.00 horas del viernes hasta la madrugada del domingo al lunes, según ha informado la Dirección General de Tráfico (DGT).

En estos siniestros, en los que cuatro motoristas han perdido la vida, cinco personas han sufrido heridas graves y otras cinco están heridas leves. La DGT ha especificado que, de los 16 accidentes, diez han sido salidas de vía, cuatro produjeron colisiones y uno provocó el atropello de un peatón.

Durante lo que llevamos de año, hasta el 4 de septiembre, se han contabilizado 1.015 fallecidos, 131 menos que en la misma fecha del año pasado, lo que representa un descenso del 11,43%.

Uno de los accidentes más graves se produjo ayer en Sevilla, en el municipio de Marchena, donde murió un matrimonio y su hijo de un año en una colisión en la que se vio involucrado un camión, cuyo conductor ha resultado herido leve.

Según las primeras investigaciones, los fallecidos regresaban a Jaén, de donde eran vecinos, tras sus vacaciones, ya que el automóvil siniestrado transportaba varias maletas y la vía en la que se ha producido el siniestro enlaza la autovías A-92, que une Sevilla con Almería, con la E-5 de Sevilla a Bailén, en Jaén.

Este siniestro eleva la cifra de accidentes de tráfico en la provincia de Sevilla, que ha sido la que más víctimas mortales ha contabilizado este verano en España, con 21 fallecidos en los meses de julio y de agosto, según el balance facilitado la pasada semana por la Dirección General de Tráfico.

En cuanto al estado de las carreteras, a las 20 horas las principales dificultades se encontraban en algunas vías de acceso a Madrid como la A-6, por la carretera de La Coruña, que registraba cuatro kilómetros de tráfico lento en Torrelodones y de seis kilómetros en Pozuelo de Alarcón, aunque en este caso debido a un accidente.

También de entrada a la capital, la A-5, carretera de Extremadura, presentaba tres kilómetros de tráfico denso a su paso por Móstoles. En Barcelona, la vía más congestionada era la A-2 con cinco kilómetros de tráfico lento en el Bruc; mientras que un accidente en Chiclana de la Frontera complicaba la circulación a lo largo de dos kilómetros en la M-48.